Tres días. Un barco. Agua

Sin duda el Festival SinSal es un evento totalmente diferente a cualquier otro que podáis conocer, diferente en su fondo y sobre todo diferente en su forma.

Comenzaremos diciendo que el SinSal se celebra en la Isla de San Simón, un pequeño archipiélago formado por la islas de San Simón y San Antón (que están unidas entre si gracias a un pequeño puente que solo se puede transitar caminando o en bicicleta). Para quienes no lo sepáis este archipiélago está situado en el fondo de la Ría de Vigo. Sin duda la Isla de San Simón es un enclave único tanto paisajista como logísticamente, un pequeño mundo al margen de la vida común al que tan solo podemos acceder en barco.

Pero el SinSal no solo es único por su enclave privilegiado, sino que es único porque los asistentes al mismo embarcan sin conocer el cartel de grupos que actuará en la isla, así el Festival SinSal SON Estrella Galicia apuesta por la sorpresa. Como los antiguos navegantes, cuando embarcas hacia el Centro de Interpretación de la Batalla de Rande (en Meirande, 20 kms de Vigo) tomas un barco rumbo a lo desconocido, con ganas de vivir buenas experiencias aunque no siempre sea así.

Tras un viaje en barco de unos 20 minutos por las (habitualmente) calmadas aguas de la Ría de Vigo es el momento del desembarco en San Simón, en ese momento, cuando cruzas por primera vez las puertas de la isla te cercioras que te hallas en un lugar diferente y singular, posiblemente un lugar que te transmita nuevas sensaciones que nunca hayas vivido, sensaciones que van más allá de un “simple” festival de música y es que muy posiblemente las capas que forman la historia de la isla (que fue desde lazareto a carcel franquista) haya impregnado de una extraña energía cada paraje, un algo difícil de explicar con palabras pero totalmente perceptible para aquel que pasea entre sus árboles centenarios.

Impregnados de esa extraña sensación nos acercamos al tótem cercano al puerto donde se nos develaría el cartel de la jornada vespertina. Un cartel que estaría (teóricamente) compuesto por NEU! Harmonia Solo Works, Maika Makovski, Jolie Holland e Islam Chipsy. Como podéis apreciar en el Festival SinSal no encontraremos nombre que llenan carteles sino que desde la organización de festival se apuesta por grupos totalmente emergentes que quizás, con un poco de suerte y apoyo, logren entrar en el circuito de festivales de primera línea en un par de años. Como habéis podido leer en la presentación del cartel ha aparecido un “teóricamente” ya que la realidad fue totalmente diferente a lo programado: según los horarios que allí nos encontrábamos nos dirigimos al escenario Estrella Galicia (situado en un espacio habitualmente utilizado para discursos en la Isla de San Simón) para presenciar la actuación de NEU! Harmonia Solo Works pero fue allí, donde a través de otros asistentes al festival que nos enteramos que los conciertos sufrirían un retraso de una hora debido a algunos problemas con los escenarios, problemas que supusimos se debían a las intensas lluvias de la noche anterior. Comenzó así nuestro paseo por la isla... como decirlo: el archipiélago tiene unas dimensiones aproximadas según la todopoderosa wikipedia de 250 metros de largo por 84 metros de ancho unas medidas que se veían acotadas por la prohibición del acceso a la Isla de San Antón, el primer paseo tuvo gracia, el segundo pues menos tras tres paseos (y solo 20 minutos más tarde) las aproximadamente 500 personas que nos encontrábamos en la isla éramos capaces de saludarnos por el nombre de pila... vamos, que la tarde comenzaba un poco (bastante) mal. Aburridos de sentirnos ratones dando vueltas en la rueda decidimos acercanos a la cafetería para pedirnos un café y expandir universos: era el momento de conocer a los camareros ya que al resto de la fauna (y la flora) comenzábamos a tenerlas demasiado vistas, en ese momento, apoyados en la barra podíamos leer “el concierto de Islam Chipsy ha sido cancelado” pero ¿qué más cosas mal pueden salir? ¡Calla, esto es Galicia y aquella nube gris de momento solo amenaza así que no la provoques!

Tras un café relajado en el que compartimos barra con Michael Rother y Jolie Holland decidimos comenzar con nuestro enésimo paseo donde descubrimos que cierto revuelo se estaba formando alrededor de una carpa cercana al monumento dedicado a los trovadores, una carpa que en breves minutos albergaría el concierto de unos veinteañeros pendientes de presentación. Unos veinteañeros de los que muchos ya habréis escuchado hablar: Sen Senra.

Sen Senra es el nombre artístico de Christian Senra quien presentaba su álbum debut 'Permanent Vacation' y pese a su edad lo hacia con solvencia ante un público al que fue ganando a medida que avanzaba el concierto. Sí, no era ni el lugar, ni las formas, ni lo anunciado pero no hay nada que reprochar ni a las ganas ni a la propuesta de Sen Senra.

Tras el concierto de Sen Senra y con los ánimos más tranquilos fue el momento de rehabitar la Isla de San Antón y es que ahora sí se permitía el acceso a la misma a través del puente que en su momento separaba el hospital de la zona en cuarentena del lazareto y lo hacíamos para disfrutar de uno de los conciertos más esperados de la tarde: Maika Makovski pero antes del mismo la organización subió al escenario, cogió el micrófono y dio la cara: como supusimos durante el café la lluvia de la pasada noche había afectado a la estructura de los escenarios no haciéndolos seguros para albergar un concierto debido a ello se había tenido que prohibir el paso a las zonas de conciertos (la Isla de San Antón y la zona inferior de la Isla de San Simón) hasta que se reparasen dichos daños. Se aprovechó el momento también para explicar la cancelación del concierto de los egipcios Islam Chipsy, al parecer miembros del colectivo fueron retenidos por la policía egipcia cuando estos se disponían a embarcar. Así, en cuatro horas, los organizadores del SinSal contactaron con los vigueses Sen Senra y le ofrecían la oportunidad de cubrir el hueco dejado por los egipcios (oportunidad que Sen Senra no desaprovechó).

Así, con más de media hora de retrasos acumulados sobre el horario daba comienzo el concierto de Maika Makovski quien se presentaba en el escenario New Balance acompañada de un maravilloso piano de cola negro. Un piano que aporrearía hasta la extenuación y al que puntualmente engañaría con la guitarra eléctrica para hacer las delicias de un público totalmente entregado. Cercano, simpático y encantador, así se puede definir el concierto de Maika Makovski, adjetivos que bien se podrían aplicar a la propia artista. Un concierto que logró que las nubes que cubrían la Ría de Vigo desapareciesen por unos minutos para que paisaje y música se diesen la mano gracias al buen hacer de la mallorquina.

Sin abandonar el escenario New Balance asistimos al siguiente concierto, fue el de la estadounidense Jolie Holland quien tomaba el escenario gallego acompañada por su amigo Stevie. Sinceramente, el concierto de Jolie Holland me dejó un poco fuera de juego: desde el primer tema descubrí por qué Holland es la protegida de un genio como Tom Waits, es una gran música pero sobre todo una increíble interprete capaz de ponernos la piel de gallina haciendo tañer las cuerdas de su guitarra o sentada ante el piano... increíble. Pero todo lo que Holland transmite con su música lo oculta con sus gestos: distante, lejana y glaciar con el público en ningún momento interactuó con él incluso llegando a darle la espalda para afinar su instrumento... sí, una soberbia interprete sin corazón que sonó increíble en la pequeña isla de San Antón.

Todo lo contrario se puede decir de Michael Rother, Dieter Moebius y Hans Lampe o lo que viene a ser lo mismo NEU! Harmonia Solo Works quienes pasearon durante toda la tarde por la isla sin escatimar en sonrisas y saludos con todo aquel que se cruzaba con ellos; una actitud que le valió la comunión con el público antes incluso de subir al escenario.

Para quienes no podáis ubicar a Michael Rother perteneció a Kraftwerk, un grupo alemán de los 70 considerado el precursor del sonido electrónico actual. Tras su salida de Kraftwerk Rother siguió sus propios pasos con la fundación de NEU! donde continuó experimentado con sonidos electrónicos pero Rother siempre ha sido un hombre inquieto y tras NEU! llegó Harmonia (donde coincidió por primera vez con Dieter Moebius), más tarde se asoció en proyectos puntuales con músicos de Sonic Youth dando lugar a formaciones como Hallogallo. Actualmente Rother abandera el proyecto NEU! Harmonia Solo Works donde repasa sus anteriores temas y sigue experimentando en la búsqueda del futuro musical. Personalmente me cuesta mucho dejarme llevar por una música en la que los sintetizadores, ordenadores y demás cachibaches electrónicos tienen tanto peso pero con NEU! Harmonia Solo Works me sucedió una cosa realmente extraña: sin entender ese estilo me sumergí en su sonido hipnóticos y me sorprendí a mi mismo moviendo los pies al ritmo de la música de este trío. Un concierto que se terminaba cuando el propio Michael Rother nos decía que aquella sería su último tema y que después debíamos abandonar la isla porque los barcos no esperan a rezagados y él no quería ser el responsable de su pérdida.

Artículo escrito para el portal musical Hispterian Circus