Qué pelo más Guay

Frank y Eddie son gansters (o eso dicen ser), Frank es blanco, Eddie es negro (o eso dice ser) y ambos tienen una maleta llena de cocaí...


Frank y Eddie son gansters (o eso dicen ser), Frank es blanco, Eddie es negro (o eso dice ser) y ambos tienen una maleta llena de cocaína y esto es una película (o eso dice ser) y esto no lo digo con desprecio, sino porque en mucho momentos he asistido que estaba ante un gran sketch ochentero de Martes y Trece ¡¡¡si solo han faltado las empanadillas!!!

Siempre me ha gustado ver como los actores rompen la cuarta pared, como se habla de cine dentro del cine (vamos lo que aquellos que saben de cine llaman metacine), siempre he intentado comprender y apoyar aquellos proyectos en los que se intenta algo novedoso y original pero creo que "Qué Pelo más Guay" intenta rizar el rizo en exceso. Y ello se debe a intentar acabar demasiado: "Qué Pelo más Guay" parte como parodia cargada de tópicos donde nos encontramos a los Starsky y Hutch del mal, pero además de ello, castizos y sumergidos en una estética terriblemente kitsch que ya lo gustaría al mismisimo Wes Anderson, vale, aceptamos la propuesta. Pero poco a poco nuevas líneas argumentales aparecen en la cinta, líneas que sobrecargan al espectador.

Viajes en el tiempo, viajes en el tiempo de la película, homosexualidad encubierta, asesinatos, ruptura de la cuarta pared, cambio de plano de realidad... demasiado, excesivo, sobreactuado. "Qué pelo más Guay" se queda en un intento fallido, en un lo-que-pudo-ser-y-nunca-será. Pero lo que más duele es que "Qué pelo más Guay" tiene momentos y planteamientos realmente brillantes que se escapan a lo convencional, por ello, la irregularidad de las cinta es aun más latente.

"Qué pelo más Guay" es aconsejable para frikis, cinéfilos y gente que considera al cine como una parte importante de su vida para el resto se trata de una cinta bastante prescindible. Por todo ello he decidido otorgar a "Qué pelo más Guay":

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