
Aquí lo personajes, sus inquietudes, miedos o anhelos no importan; lo único interesante es su manera de actuar Poco a poco, esta cinta de ficción se convierte en un simulado documental que se dedica a la narración extenuante de hechos históricos: atentados, suicidios, asesinatos…
Es muy interesante el personaje de Bruno Ganz que da vida el jefe de la policía alemana. Va mucho más allá de ser un simple perseguidor del crimen: son constantes sus reflexiones sobre la base de la creación de estos grupos, sobre el descontento social… El cazador es el único que comprende y respeta a la presa por que es mucho más que un animal embravecido, tiene sus ideales y sus motivos.
La cinta deja de lado cualquier tipo de enjuiciamiento o implicación del espectador para mostrarnos en su crudeza los actos de rebeldía y terrorismo de la R.A.F.; no busca nuestra empatía simplemente narra lo sucedido en aquellos años, narra, por ejemplo, como un suicidio es la puerta a más lucha, como se crean mártires y como, hasta el asesino más despiadado, en muchas ocasiones, tiene su ética (propia y alejada de una ética social que considera la vida el mayor de sus bienes).
Por lo que he leído R.A.F., Facción del Ejército Rojo no ha estado exenta de polémica porque según los más conservadores trataba con tibieza los actos cometidos por la R.A.F., ven en ella cierta justificación a un terrorismo basado en ideales. Desde mi punto de vista estos sectores se equivocan, en ningún momento se defiende al terrorista, sí se muestra su ideología (muy comprensible e incluso apoyable en la actualidad) pero también se muestra de manera áspera y sin ningún tipo de edulcorante el camino tomado por la R.A.F., un camino equivocado donde buscaron imponer sus ideas por la fuerza.
La película es una recopilación histórica mucho más didáctica que estética o entretenida (incluso es demasiado exhaustiva por momentos llegando incluso a cargar al espectador con demasiados datos). Es una crónica de un tiempo, una época marcada por el dolor: el dolor de un pasado en guerra y el dolor de una guerra de guerrillas interna.
No es una película en la que disfrutemos del cine, sin duda les gustará más a los historiadores que a los cinéfilos. Una cinta dura en la que aprenderemos a distinguir ideología y actos terroristas injustificables o solo justificables por una demagogia asesina (por mucho que hable de igualdad o libertad).
A pelicula está tremenda. Encantoume.
ResponderEliminarSaúdos! ;)
Alegrome que che gustase.
ResponderEliminarUnha aperta!