La Batalla de Hadiza va más allá de un alegato pacifista, nos muestra con crudeza la realidad de una guerra donde simplemente encontramos víctimas: inocentes que mueres simplemente por estar allí, inocentes amenazados por los “terroristas”, inocentes oprimidos por las fuerzas de ocupación, soldados que son dianas constantes, que viven bajo la presión de saber que cada día puede ser su último día.
La Batalla de Hadiza es una cinta cruel, que nos muestra la barbarie de una guerra sin sentido hasta hacernos sentir parte de lo que estamos viendo… como espectadores nos intentamos posicionarnos, quizás nos pongamos del lado de los marines, dianas constantes o quizás con los habitantes de Hadiza, oprimidos por terroristas y fuerzas de ocupación. Pero llega el momento en el que todo explota y todos ellos comienzan a ser superados por la situación, en ese momento las reacciones son imprevisibles, desde el imán que comienza a rezar buscando la salvación en los brazos de un dios que da igual como se llame hasta soldados que se esconden tras el poder que sus fusiles de asalto le dan. Comienza entonces una historia de barbarie y crueldad.
En el medio de tanta violencia encontramos a un personaje especial; un hombre que sabe que su actuación es terriblemente mala pero que encuentra su única salida en trabajar como terrorista “a sueldo”… un hombre que se da cuenta de las consecuencias de sus actos y de lo que ello desencadena. Que sabe que hoy le ha tocado a otros, pero que esos cargadores que hoy se vacían contra inocentes pueden mañana vaciarse contra él o lo que es peor, contra su propia familia… un hombre que se arrepiente y cuya actitud instiga a la reflexión por parte del espectador.
La Batalla de Hadiza es una cinta más que destacable pero sobre todo necesaria.
La Batalla de Hadiza recibió la Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de San Sebastián en 2007
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