La doy vueltas al pasado domingo y únicamente lo puedo definir en tres palabras: niños, baloncesto y cansancio. A continuación relato la historia de un extraño desplazamiento.

A las 8.00 de la mañana sonaba el despertador del móvil, pero no salía de la cama hasta las 8.10. Hacía lo que un buen ciudadano debe hacer por las mañanas: ducharse, desayunar y refunfuñar mucho. A eso de las 9.15 abandonaba mi guarida para ir a tomar el bus que nos llevaría hasta Noia. Previamente recogería a Raquel. La hora señalada para la salida era las 9.30.

A las 9.35 ya estábamos todos en el minimicrobus, personalmente dudo que haya autobuses más pequeños, este año me ha tocado viajar en uno de estos y realmente añoro los desplazamientos del júnior; por ese y por un motivo más: los niños. Recuerdo como el año pasado, los jugadores subían, se sentaban y dormían, jugaban a la PSP, a las cartas o escuchaban música. Pero tranquilos salvo algún abafe al afortunado. Pero este año no! Además de estar en un espacio mucho más reducido, es que no se callan, sean las 10.00 o las 22.00!!!

Reconozco que en cada viaje tengo un poquito menos de paciencia y espero que el parón navideño los reyes (el gordo cabrón no que me cae mal), repito: los reyes, me traían un saco de paciencia.

Pero los males no terminan aquí, he cambiado a Freddy: el mejor conductor de autobús que he conocido hasta la fecha pro otro conductor, que por cierto, es muy majo, pero que de geografía va un poquito justo. Me empiezo a cansar de que cada vez que salimos de Ourense tengamos que hacer una excursión.

Sigo relatando: la hora "marcada" de partido eran las 12.30h y entrecomillo "marcada" porque no se jugó a esa hora, se jugó a las 19.00!!! ¿Y que haces con 11 niños entre los 11 y los 13 años todo el día? Pues la verdad es que hay momentos para todo: sufrir, jugar ver baloncesto, desesperarse... ¡Para todo!

Jugamos el partido, la pobre Raquel dirigía con un gripón de estos que hacen historia. Los niños estaban cansados de hacer millones de cosas todo el día. Y David, en su primer desplazamiento, sorprendido por tan magno evento. Lo bueno sin duda que ganamos (46 a 54).