Mi viaje a Londres (I)
19:05:00
Llevo un par de días pensando cómo empezar esta serie de artículos sobre mi viaje a Londres, y sinceramente no lo tengo del todo claro. Podría hablar de lo que me ha gustado Londres, pero eso es demasiado común. Podría hacer una agenda de lo que hecho, pero es tanto de lo mismo. Sin duda, como hago siempre me gusta buscar una visión alternativa a la de la mayoría, y no porque la de la mayoría este mal, si no porque hay maneras más atractivas y divertidas.
Comencemos por mi visión del mundo anglosajón: siempre me han caído mal, no sé si por la leyenda de la flema británica o porque se me hace imposible hablar su idioma (sí, he ido a Londres sin hablar inglés) y siempre he suspendido la dichosa asignatura. Siempre me he dicho ¿para qué si nunca iré allí? Pero mira por donde me han convencido y la verdad es que me ha gustado el viaje.
Llegar Londres sin saber ni palabra de inglés o con el inglés que se enseña en España en COU, pero suspenso es toda una temeridad. Pero resulta que ese inglés que piensas tan malo y asqueroso te sirve para comunicarte, evidentemente, si el receptor pone de su parte. Además, me ha sorprendido la amabilidad de los ingleses, ya que si te ven por la calle, abriendo un plano, se ofrecen a ayudarte; lo de la flema inglesa es una burda mentira. He de admitir una cosa, como ser desencantado de la sociedad actual, la gente en este mundo global intenta ayudarse con pequeños detalles que consiguen que la vida sea más llevadera: desde el hombre que te ofrece toda su prensa en el vuelo, hasta el camarero italiano que sabe castellano porque su novia es catalana y te indica la estación de metro más cercana, sin olvidar a la señora que se ofrece a comprarte los billetes de metro si no entiendes al taquillero o al camarero que es argentino y trabaja en un burguer para aprender inglés.
El primer día, tras llegar al hotel, decidimos pasear por los sitios más turísticos de Londres, es decir, el Big Ben, Tower Hill, la Abadía de Westminster o el London Eye (la noria de que se colocó para conmemorar la entrada de este nuevo milenio. Mucho metro, y mucho caminar (he destrozado unas zapatillas en este viaje) hasta terminar rendidos y dormir de un tirón, menos cuando los vecinos llegaron, hasta el día siguiente.
3 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?