¿Te gusta dibujar? ¿Tú no eres delineante?; aquellas preguntas consiguieron que el tiempo se detuviese durante un instante, como suspendido en el vacío, allí inmóvil, sin saber muy bien qué hacer, que decir, qué camino tomar.
Desde aquel mismo instante en el que esas preguntas salieron de la boca de mi jefe, no han dejado de rebotar en mi cabeza hueca de ideas y muchos más de respuestas.
¿Me gusta dibujar? No, clara y rotundamente no. Me gusta diseñar, crear, concebir, dar a luz nuevas ideas, formas, soluciones… No me gusta copiar detalles de libros, catálogos o folletos. Detalles carentes de vida, pasión o emoción. Detalles fríos recogidos ya por otros. Detalles viejos.
¿Soy delineante? No, no soy eso (aunque puedo realizar esa función). Soy una persona, una persona con inquietudes, inquietudes más allá de AutoCad, XSteal o de los miles de números que pasean por los cientos de mediciones, partidas o capítulos que pueblan mi ordenador. La pregunta que ahora me asalta es que soy y esa pregunta está claro que no se puede contestar en un pueril blog del ciber espacio, quizás por falta de espacio, quizás por falta de ganas o quizás por falta de respuestas.
Sin duda hoy, mi jefe, sin haberlo sabido, me ha hecho un gran favor: sigo sin saber definir lo que quiero pero ahora tengo un poquito más claro lo que no soy y lo que no quiero. Por cierto, llevo toda la mañana pensando en ti.
2 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?