El Guerrero es una coproducción donde participan Reino Unido y la India que nos narra el retronó de un hombre a sus raíces, un hombre que viaja desde los desiertos de India hasta las montañas del Himalaya.


Cuando te sientas a ver El Guerrero parece que estés viendo una película vieja, pero no por su historia o sus técnicas, si no por su manera de narrar las cosas, por la importancia de los pequeños detalles, de la naturaleza. Desiertos y montañas nevadas se alternan en la excelente fotografía de esta cinta.


No es una película que vayamos a encontrarnos en alguna cartelera de algún cine de nuestra ciudad (en la mía queda solo uno, por cierto), no es comercial, no es vibrante, no busca hacernos participes o agradar, busca que veamos el cambio de un hombre, su huida hacia una nueva vida. Sin diálogos, sin estorbos, simplemente el hombre y la naturaleza. Los coches no cruzan rápidamente las calles de Manhattan, si no es el hombre el que cruza lentamente los desiertos de India.


Un detalle, esta cinta fue seleccionada para representar a Reino Unido en los Oscar’s de 2003, pero la AMPAA la rechazó porque el hindi (lengua en la que está rodada esta cinta) no es un idioma vernáculo de ese país pero ese mismo año The Warrior ganó el premio BAFTA Alexandar Korda como Mejor película Británica.

Antes de verla pensad que es una cinta en la que se habla poquito, donde no hay alardes técnicos, donde la acción no es lo importante y en cambio se basa en los silencios y en las miradas. De todas formas dadle una oportunidad, es otro ritmo, otros paisajes, otras maneras de ver las cosas.

Por cierto, el chiquillo que interpreta al ladronzuelo malvivía en una estación de tren cuando fue seleccionado para el papel.