Vacaciones Estivales (IV)

Una vez en Alfama decidimos subir hasta el impresionante castillo de San Jorge. Hasta allí llegamos previa parada de nuevo en la Sê de Lisbo...

Una vez en Alfama decidimos subir hasta el impresionante castillo de San Jorge. Hasta allí llegamos previa parada de nuevo en la Sê de Lisboa, que hoy al contrario que el día anterior, estaba abierta. Allí contemplamos sus hermosas vidrieras y su secular coro. Tras salir de la iglesia seguimos nuestro camino hacia el castillo, hasta que llegamos a sus taquillas. Sí, el castillo de San Jorge tiene unas hermosas taquillas donde te venden gustosamente una entrada para el acceso al castillo y su entorno, una entrada que se llama 12 euros… en ese momento, y teniendo el metro gratis decidimos visitar lugares más alejados del centro y dejar la visita al castillo para otro momento (ahora mismo puedo decir que hemos aplazado tal visita para otra visita a Lisboa).

Tras bajar del castillo tomamos la línea azul para ir hasta la plaza del Marqués de Pombal, donde el Diario de Noticias tiene su sede, cruzamos por el Parque Eduardo VII para llegar así a la Plaça de Espanha, donde además de la embajada española podemos encontrar la Fundación Gulbenkian, donde podemos disfrutar de sus jardines y de su museo (previo paso por taquilla). Terminamos nuestro trayecto en el Estadio da Luz, donde el Benfica disputa sus partidos como local. El estadio está presidido por una estatua a un mítico jugador del equipo luso: Eusebio.

Tras comer por la zona bajamos de nuevo al metro para visitar el estadio del otro equipo de la ciudad: el Sporting de Lisboa, la verdad es que este estadio es digno de visitar por el uso que le dan a los azulejos, tan típicos en este país, para terminar los arcos del estadio, toda una obra de ingeniería. Antes de llegar al estadio hicimos una breve parada en la plaza de toros de la ciudad, allí en bajo una de sus tribunas tomamos unos refrescos antes de seguir el camino a nuestro objetivo.

Tras las vistas deportivas y cansados de viajar bajo tierra decidimos probar otro medio de transporta, mucho más tradicional: el tranvía. Lisboa, al igual que Porto, sigue conservando algunas líneas de tranvía. En Lisboa es bonito pasear en el tranvía desde la Praça do Comercio al Castillo, pero claro para ello necesitas saber que tranvía es, nosotros nos montamos en uno que nos llevó hasta el Parque de la Estrella, hasta que subimos al tranvía pensábamos que nos valdría el mismo pase de metro, una vez dentro descubrimos que no… pero no íbamos a bajarnos ya que el conductor de tenía demasiada prisa, por lo tanto decidimos viajar a riesgo de que el revisor pidiese nuestros billetes y nosotros tuviésemos que inventar una mala excusa fruto de nuestros nervios.

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