Newman participó en la Segunda Guerra Mundial como telegrafista de la Marina, desde allí pasó al Kenyon College de Ohio con una beca de fútbol americano, pero empezó a actuar cuando se le expulsó del equipo por una pelea en un bar. El éxito le llegó con Marcado por el Odio y nunca más le abandonó, más tarde La Gata sobre el Tejado de Zinc y así hasta 57 títulos más. Personalmente me quedo con El Golpe donde compartía cartel con Robert Redford.

Ha muerto uno de los mejores actores de la historia; pero Newman no solo fue actor: piloto de diversas fórmulas, creador de una linea de comida (Newman's Own), filántropo, creador de los campamentos de verano Hole in the Wall (campamentos para niños de todo el mundo aquejados de enfermedades mortales). Sin duda, uno de los mayores defensores de causas perdidas.

Este es el problema del cine, todos pensábamos que Newman era inmortal, pero no, no es posible. No muere un actor, muere una parte del cine, del cine de verdad.