En la noche de ayer, mientras unos cenaban y otros esculpían su cuerpo en el gimnasio (que se lo pregunten si no al Hombre Boomerang), salió el nombre de El Dioni a la escena; y como no, instantes después se pudo escuchar “quien roba a un ladrón, cien años de perdón”.
Los más jóvenes del lugar quizás no conozcáis la historia de este bandolero moderno por lo tanto hoy tratare de hacer un breve resumen de sus peripecias.
Dionisio Rodríguez Martín, conocido como El Dioni, trabajaba como vigilante de seguridad en la empresa Candi S.A. donde llegó a ser escolta de altos cargos financieros hasta que un día el director general de la empresa decidió degradarlo a conductor de un furgón de banco. Allí, el amigo Dioni, decidió, en ausencia de dos compañeros, darse a la fuga con susodicho furgón llevándose consigo 298 millones de pesetas. Esto sucedía en el año 89, entonces imaginaros el valor que tendría tal cantidad de dinero.
El Dioni se fugó a Brasil, donde escasos dos meses después fue detenido por la policía carioca y diez meses después fue extraditado a España, donde cumplió tres cuartas partes de la pena de tres años y cuatro meses que le habían impuesto. Del botín solo se recuperaron 175 millones, el resto al parecer Dionisio se lo doy a unos amigos, y nunca más se supo de los derroteros de ese dinero.
Tras esto El Dioni abrió varios bares de copas con menos o mayor fortuna, también fue acusado de narcotráfico y de pertenecer a una red de falsificadores de dólares, grabó dos discos y ahora es agente inmobiliario en Lepe.
El Dioni pasará a la historia por ser un ratero simpático (aunque Candi S.A. cayó en bancarrota tras el robo), por ser ese pobre diablo que hizo lo que todos soñamos y porque Joaquín Sabina le hizo una canción: “Con un Par”. El Dioni, ese genio urbano.
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