cb OGT 75 vs. Aceites Abril 81

Reconozco que esta no es la primera versión que había escrito de la crónica del partido de ayer, en la otra quizás no fui había sido lo sufi...


Reconozco que esta no es la primera versión que había escrito de la crónica del partido de ayer, en la otra quizás no fui había sido lo suficientemente frio y aun dolido con ciertas cosas sucedidas durante el transcurso del partido me había dejado llevar; menos mal que no lo había colgado aun.


Podemos discutir muchas cosas pero de lo que no hay duda es de qué ayer se vio un buen partido, quizás no por un baloncesto excelente, si no porque sobre la pista del Instituto das Lagoas se vio a dos equipos ambiciosos que lucharon en todo momento por la victoria como si de una final se tratase y que en todo momento intentaron hacer el mejor juego posible. El resto que rodea a los partidos: polémicas arbitrales (que las hubo y las habrá), roces entre jugadores, más o menos tensión… debe quedar a un lado, porque de nuevo lo importante ha sido el baloncesto.

Por nuestra parte jugamos tres cuartos de una manera correcta y no podemos ponernos una venda en los ojos para no ver que en el último bajamos nuestro nivel de basket. ¿Los factores? Mucho y muy diversos, cada uno tendrá su propia explicación y seguro que es tan válida como la mía o la de cualquier otro que allí estuviese.

De nuevo tuvimos el último tiro, de nuevo lo fallamos y llegamos a una prórroga donde nos lo jugamos todo a cara de perro, a cara o cruz a todo o nada. Salió cruz, salió nada. Ellos fueron más equipo, cinco tíos en la pista y un banquillo que mordía, nosotros pecamos como cándidos infantes en nuestras oportunidades y el resultado fue el que todos ya conocéis.

Solo nos queda aprender de esta derrota (que no será la última ni mucho menos), y felicitar al equipo rival por su partido. Ahora toca de nuevo lo más duro, levantarse y seguir, vencer a la desgana, a la frustración y a la cara de pena. Nos vemos en Molgas, amigüetes.
Fotos cortesía de Raquel (gracias)

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