Después de ver la cinta, lo primero que me ha llamado la atención es que habían pasado casi dos horas y no me había dado cuenta. Riparo es una historia diferente, una pareja de mujeres (sí, lesbianas, lo digo para que no se generen dudas) vuelve de un viaje en Túnez cuando se dan cuenta que en su coche viaja un polizón. Al cruzar la frontera la historia se convierte en un triangulo, ya no amoroso (que también), donde se discute de las relaciones actuales, la desigualdad de clases, de la inmigración…

Cara personaje es un mundo totalmente opuesto. Encontramos a Anna, una burguesa que trabaja como directiva en la fábrica de calzado de mamá y que tras toda su independencia solo busca ser socialmente aceptada en su elitista mundo. Compartiendo la vida con Anna encontramos a Mara, que había estado casada con anterioridad, busca algo que le aporte seguridad, sin duda es el personaje que más me ha gustado: toda su dureza se va desmontando a medida que se conoce hasta convertirse en el personaje más frágil de toda la historia. Y por último encontramos a Anis que busca una vida mejor escapando de la miseria.


Me ha gustado ver el choque cultural que se da entre dos mujeres europeas que ven a Anis como un pobre niño inmigrante sin papeles o como Anis, musulmán, ve a dos mujeres extraviadas que necesitan un hombre que las reconduzca por el buen camino. Socialmente seguimos en la misma situación: el empresario burgués, el obrero y el inmigrante… cada uno aporta su óptica de la misma historia, lo cual es muy enriquecedor para la cinta. Riparo no intenta convencernos de lo que está bien o lo que está mal, simplemente nos muestra una historia sin artificios ni adornos.
El final es muy acertado: unos huyen y otros se quedan como antes, pero distintos. Una cinta recomendable aunque simplemente sea para ver el mundo desde otras perspectivas.