Y Lazaros resucitó...

Lazaros Papadopoulos llegaba al Madrid para convertirse, junto a Felipe Reyes, en la pareja de pívots más fuerte de Europa. Sus 210 centímet...

Lazaros Papadopoulos llegaba al Madrid para convertirse, junto a Felipe Reyes, en la pareja de pívots más fuerte de Europa. Sus 210 centímetros, su palmarés (titular en la Grecia campeona de Europa y subcampeona del mundo) y sus estadísticas: 14,7 puntos, 7,2 rebotes y una valoración media de 20,3 lo acreditaban como uno de los mejores pívots de la Euroliga, por lo tanto, de Europa.

Pero Lazaros nunca encontró su sitio en Madrid, sin duda el estilo de juego de Joan Plaza no le beneficiaba y por mucho que lo intentase el griego no conseguía adaptarse a él. Y sí, lo ha intentado: ha perdido peso y sabidas son sus sesiones físicas para conseguirlo. Tras año y medio, Lazaros tenía un futuro muy negro en la Casa Blanca: no había vuelto a jugar desde la victoria del Madrid en Badalona, incluso Venson Hamilton (otro expediente X de la Casa Blanca) se había convertido en rotación por delante del heleno tras estar el estadounidense 10 meses convaleciente tras una lesión en su rodilla izquierda. En un acuerdo a tres bandas: Madrid, Fortitudo Bolonia y el jugador llegaban a un acuerdo para que el griego jugase la Lega hasta final de temporada.

Se fue Papadopoulos tachado de “el peor fichaje de la última década”, se fue con una aportación de 3 puntos, 1,5 rebotes y 1,3 de valoración por partido. Se fue sin cumplir las expectativas (era el tercer mejor contrato de la ACB tras Navarro y Andersen). Se fue sin hacer demasiado ruido.

Lazaros llegaba a Bolonia el jueves y el sábado firmaba en su debut 19 puntos (8/13 de dos y 3/10 en tiros libres), 14 rebotes y 26 de valoración en 34 minutos. Quizás solo sea un espejismo pero da mucho que pensar. ¿Pasará lo mismo con Jeremiah Massey?

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