Siete Almas (Seven Pounds)

De nuevo en una sala de cine, abandonando por una noche mi portátil, me senté en la butaca y estiré mis píes. Sabía de antemano que se trata...

De nuevo en una sala de cine, abandonando por una noche mi portátil, me senté en la butaca y estiré mis píes. Sabía de antemano que se trataba de una película triste, “cometí el gran error de verla solo y en casa, sin duda es una de esas películas para ver en cine abrazadito a tu novia… e incluso llorar” me había dicho días antes un amigo, sin duda un panorama alentador.

No hay ningún tipo de dudas: Siete Almas intenta desde un primer momento conmover al espectador y que una lágrima asome a sus ojos, una historia de sentimentalismo y redención en la que se busca tocarnos esa fibra interior. En ningún momento nos quiere engañar, sabes lo que va a pasar desde la primera escena, sabes que vas a sufrir y que no te va a gustar verlo, pero sí, te quedas allí, pétreo esperando ver lo que temes.


En el reparto es evidentemente que Will Smith brilla por encima de todos, es una gran estrella, un buen actor y un espectacular showman. He leído por ahí que Smith tiene cada de estreñido toda la cinta, que si está exagerado… No sé porque pero parece que siempre hay que ponerle un pero a las actuaciones Will Smith, si sale de rapero diremos que siempre hace el mismo papel, si hace de anti-héroe alcohólico diremos que no tiene la suficiente gracia, si es un consejero para ligar diremos que la cinta está hecha para su lucimiento… asúmanlo señores, Will Smith es un autentico camaleón que hace lo que quiere y que además lo que toca se convierte en oro; asuman que la carrera de Will Smith es una de las mejores del Hollywood. En un segundo plano aparece su compañera en esta cinta: Rosario Dawson, la cual cumple con creces y da una buena réplica a Smith.


Pero no todo va a ser bueno. El final se alarga injustamente de una manera que no hace justicia al resto de la cinta, ¿no hubiese sido mejor dejarlo en el momento que Emily se despierta por el sonido de su busca? Sin duda la cinta hubiese ganado e incluso, si lo que se busca es la lágrima (como es el caso), el final hubiese sido mucho más impactante.

Si os ha gustado el anterior trabajo del binomio Muccino-Smith: En Busca de la Felicidad, esta segunda unión también lo hará. Quizás no se lleve el Oscar (tengo ganas de ver El Curioso Caso de Benjamin Button), pero Siete Almas es una buena película con defectos, sí, pero buena.

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