Hace un par de días en uno de esas bitácoras que leo de vez en cuando encontré una pequeña biografía de George Muresan, muchos le recordareis por ser el gigante rumano de los Bullets (ahora Wizards) o por terminar su carrera en Pau Orthez francés.

George Muresan ha sido el jugador más alto que he jugado en la NBA, por encima de Yao Ming y también de Manute Bol, aunque solo unos milímetros por encima de este segundo. El post contaba que George Muresan había comenzado a jugar al baloncesto después de una visita al dentista que era un apasionado del baloncesto. Contaba también que Muresan parecía acromegalia.


La acromegalia es una enfermedad rara que consiste (así a grandes rasgos) en un exceso de producción de la hormona del crecimiento debido, principalmente, a pequeños tumores benignos en la pituitaria. Al contrario de los que yo pensaba, la acromegalia se manifiesta en la edad adulta aunque también se puede producir en niños o adolescentes recibiendo el nombre de gigantismo acromegálico.

Las personas que sufren esta enfermedad padecen fuertes dolores articulares y de cabeza; además suelen presentar pequeñas deformaciones en la proporciones faciales debido al crecimiento excesivo de los huesos de la cara, así como el de los pies y manos. También sufren este agrandamiento los tejidos blandos como por ejemplo: el hígado o el corazón.

La mayoría de vosotros pensareis que esta enfermedad se manifiesta sobre todo en jugadores de baloncesto, y lógicamente es así, a continuación os mostrare, partiendo del baloncesto, como podemos encontrar personas con acromegalia en otros sectores muy diferentes.

Comenzamos el post hablando de George Muresan, que destacó en el NBA con sus 2 metros y 32 centímetros y fue el jugador más alto que ha jugado esta liga. Una noche de baloncesto en la grada, viendo a Muresan, había un joven madrileño al que la gente pedía su autógrafo pensando que era el hermano del rumano, se trataba de Roberto Dueñas. ¿Qué decir de Dueñas, un jugador que marcó una época en la ACB? Seguro que todos lo recordáis. Pero existen jugadores con acromegalia más allá de Muresan o Dueñas, encontramos también a Jorge “Gigante” González, jugador argentino de 2 metros y 31 centímetros (a los 17 años ya medía 2’17) que en 1988 durante un Preolímpico fue fichado por los Atlanta Hawks; Jorge en la NBA se convirtió en un juguete roto, nunca fue lo suficientemente rápido para jugar al baloncesto y su carrera fue fugaz (2 años) y de la cancha pasó al cuadrilátero.

continuará...