Como ya sabéis hace un par de meses pasé unos días en Berlín, hace unas semanas el amigo Fernando repitió destino. Y este sábado poniendo en común nuestras ideas sobre la capital germana comenzamos a hablar sobre el Ampelmann.

¿Qué es el Ampelmann? El Ampelmann es el hombrecillo de los semáforos, la silueta que nos indica con sus brazos en cruz y vestido de rojo que no podemos pasar, mientras que cuando viste de verde y da un pequeño paso al frente podremos cruzar. Uno de los rasgos más identificativos de este hombrecillo es que viste sombrero

El Ampelmann proviene de la República Democrática Alemana y está creado por el psicólogo Kart Peglau, quien promulgaba que la gente acataría mejor las señales de tráfico si en ellas aparecía un personaje amable. Peglau comprendió que los niños reaccionaban de mejor manera ante este hombrecillo paticorto de sombrero que ante la típica figura del semáforo por ello el Ampelmann, además de habitar en los semáforos del Este, se convirtió en la figura principal de las campañas de seguridad vial que se llevaron a cabo en la RDA.

Con la reunificación de Alemania se intentaron homogenizar las señales de tráfico, incluyendo la señal luminosa del Ampelmann, esta medida se encontró con el rechazo plano de las personas que residieron en la RDA convirtiendo al Ampelmann en un nostálgico icono. Las protestas tuvieron éxito y se consiguió mantener el Ampelmann, que incluso llegó a ser exportado a algunos distritos de Berlín Occidental.

Lo que inicialmente fue una simple luz para un semáforo es hoy en día el símbolo de una ciudad. El Ampelmann ya no solo vive en sus semáforos: camisetas, tazas, bolsos, gorras, lámparas... una muestra de cómo el mobiliario urbano puede ser útil, ameno y además el icono de una ciudad.