Thumbsucker (Haciendo Dedo)

Hay algo en Tilda Swinton que me produce intranquilidad. Recuerdo cada vez que aparecía en Michael Clayton … brrrr… Pero en esta cinta Tilda...

Hay algo en Tilda Swinton que me produce intranquilidad. Recuerdo cada vez que aparecía en Michael Clayton… brrrr… Pero en esta cinta Tilda está comedida y esa sensación de “frío” ha parecido desaparecer (bueno, que suceda en la primera escena que aparece ella considero que es irremediable), creo que esta ha sido una de las mejores actuaciones de Tilda Swinton.

Thumsbsucker se centra en la evolución de un personaje, Justin, un chaval de 17 años que se sigue chupando el dedo (de manera casi compulsiva). 17 años, momentos de cambios: el instituto, los amigos (o la falta de ellos), tus relaciones empiezan a cambiar… Thumsbsucker nos muestra esto y un poco más ya que Mike Mills abre su objetivo y a través de él también podemos ver a la familia de Justin.

Thumsbsucker es una cinta con cierto aire indie. Después de esta gran frase lapidaria veamos que quiero decir: actualmente dentro del cine existe una corriente, a la que denominan los super-mega-críticos indie, en ella son habituales los personajes “alejados de la habitual”, desde mi punto de vista es todo lo contrario son personajes cercanos, con sus manías, con sus carencias, con su parte buena y su parte menos buena; no son héroes nacidos para salvar al mundo simplemente son personas con virtudes y defectos. Ahora, si filmas una cinta sobre un personaje joven (véase Juno, Pequeña Miss Sunshine o Gossip Girl) que no tiene intención de acostarse con todo el mundo al estilo American Pie o que no vive dentro de una comedia-romántica resulta que haces cine independiente. Pues eso, Thumsbsucker es cine independiente ya que nos habla de un chico normal de 17 años que en el fondo siente que no encaja.

Quizás el mayor problema de Thumsbsucker es que plantea muchos temas y ataca pocos. Los temas que surgen alrededor de Justin parecen tomar más interés que la propia vida del muchacho y por momentos ese realismo del que antes hablábamos en momentos puntuales resulta menos convincente. Se convierte en una cinta autocomplaciente, que recurre a la filosofía barata para avanzar.

Cuando aparecen los créditos reconoces que no ha estado mal, que has pasado una hora y media entretenida pero que en el aire han quedado demasiadas preguntas sin respuesta… y es que ya se sabe, quien mucho aprieta, poco abarca.

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