Ciudad de Dios (Cidade de Deus)

Había oído hablar mucho (y bien aunque con crudeza) de Cuidad de Dios y hace unos días (la verdad es que bastantes ya) por fin me decidí a ...

Había oído hablar mucho (y bien aunque con crudeza) de Cuidad de Dios y hace unos días (la verdad es que bastantes ya) por fin me decidí a verla.

Cidade de Deus es una radiografía del Brasil marginal de drogas y delincuencia, del Brasil lejano a Copacabanna y a los carnavales, es un retrato del Brasil de pobreza y fabelas y suburbios. Cidade de Deus nos cuenta la historia real del fotógrafo Buscapé.

Eléctrico, desgarrador, real, doloroso, maravilloso… Cidade de Deus es una historia de pobreza y de cómo salir adelante buscando el respeto de quienes te rodean, a veces tomamos los caminos más fáciles (y sin duda equivocados). Una gran historia: 600 páginas, 300 personajes, 3 décadas… protagonistas, actores, niños de la calle que juegan ante la cámara… Cidade de Deus es un puzzle perfectamente encajado. Un cinta con un ritmo frenético que te lleva a la espera del próximo gatillazo, del próximo cadáver, del próximo… si sigues allí enanchado viendo morir impunemente a gente, pero no es sangre yanki de banderas o patrias, es sangre derramada por orgullo o simplemente por afición… es dolor constante (aunque a la media hora nos encontremos inmunizados en nuestra butaca).


Cidade de Deus no es moralista, no nos dice que debemos y que no debemos hacer y sin duda eso es un gran tanto pero de igual manera es un puñetazo en la cara: “toma, esto es lo que hay… ojo: no todo es blanco, no todo es negro”.

Cidade de Deus, una cinta imprescindible si realmente os gusta el cine. Cidade de Deus cuidad sin ley donde las pistolas matan y los niños son quienes las empuñan.

Aquí os puede interesar

0 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?