Ópticas Debor Drema Esperanza 70 - Náutico Tefesur 63

Después del partido contra el Cajasiete San Matías tan solo nos quedaban dos opciones, o seguir llorando por la derrota o levantarnos y trab...

Después del partido contra el Cajasiete San Matías tan solo nos quedaban dos opciones, o seguir llorando por la derrota o levantarnos y trabajar por competir en el siguiente encuentro. Pasaron los días y llegó el momento de saber cual fue la decisión tomada.

Comenzamos muy metidos en el encuentro, con una canasta y un triple que nos hacían colocarnos con una pequeña ventaja de cinco puntos en el marcador. La defensa era correcta y el ataque realmente trabajado pero sobre todo acertado. Por su parte los chicos del Náutico querían reaccionar pero nuestra defensa y su bajo acierto de cara al aro convertían en ardua esa tarea.

Poco a poco, con el paso de los minutos, las fuerzas, el acierto y el ritmo entre ambos conjuntos se fue igualando comenzaba muestro primer error: el ritmo era más el suyo que el nuestro, ellos eran los que iban por debajo, los que estaban tensos, los que se precipitaban en sus ataques... y nosotros caíamos en su juego, un ritmo que no nos convenía, un ritmo que nos nos hacía sentir cómodos en nuestra propia pista.

Al término de los primeros 10 minutos el marcador era de 18-14 reflejando así la igualdad (y aquella pequeña ventaja) del periodo.

Comenzamos el segundo periodo y poco a poco conseguíamos imponer nuestro ritmo y así llevar el encuentro por los derroteros adecuados (adecuados para nosotros entiéndase) pero la tranquilidad no dudó demasiado: a mitad de cuarto (trascurridos 4 minutos y medio del mismo) el Náutico-Tefesur se hizo con el control del rebote, tanto bajo su aro y lo que es peor bajo el nuestro ¿Fallo de concentración? Quizás ¿Buen trabajo de los visitantes? Sin duda.

Tocó entonces luchar por recuperar el rebote, era un trabajo de equipo, de grupo; un trabajo en el que cada jugador de los que están en pista tiene que sumar un poquito... y poco a poco logramos hacernos con el defensivo y poco a poco llegamos al descanso con los mismo 4 puntos de ventaja con los que comenzamos el cuarto: 33 a 29.

El árbitro pita un minuto y de nuevo el quinteto inicial salta a la pista.

Y de nuevo, como en el comienzo del encuentro saltamos a la pista concentrados conscientes de la importancia del partido, conscientes que una victoria no permitía seguir arriba en uno de esos puestos que nos darían un billete para disputar la tan soñada final a cuatro. Trabajamos muy duro atrás y de nuevo dominamos el rebote bajo nuestro aro. Los ataques eran correcto, es cierto que no tenían el acierto con el que empezamos el partido, pero trabajábamos para conseguir buenas situaciones de tiro que nos permitiesen seguir avanzando en el encuentro e incluso ampliar nuestra ventaja en el marcador.

Y una vez más constatamos que el trabajo y el esfuerzo atrás nos hace fuerte y ganar partidos: logramos hacer crecer nuestra ventaja en 6 puntos para dejar encarrilado el partido en el periodo final.

Y comenzamos los últimos 10 minutos sabiendo que el trabajo hasta el momento estaba bien hecho y quizás por ello nos dejamos ir: comenzaron a fallar los balances defensivos, comenzaron a fallar las ayudas y el Náutico Tefesur se convirtió en un huracán que a duras penas lográbamos capear.

Como el pasado fin de semana en San Matías un parcial inicial nos mataba, veíamos como nuestra diferencia en el marcador menguaba poco a poco hasta quedar reducida a cero. En ese momento, en la pista del Lomo Pelado, podíamos ver dos equipos con dos claras trayectorias inversamente proporcionales, por un lado nos encontrábamos a un Náutico Tefesur en racha que venía de menos a más y al otro lado a nuestros, un Ópticas Debor Drema, que había dejado escapar una gran ventaja, que había perdido el control de un partido que parecía encarrilado. Ahora aquellas palabras sobre la sentarse y llorar o levantarse y pelear tenían más sentido que nunca. Decidimos entonces hacer lo que mejor sabemos: luchar y pelear hasta el final.

Nos pusimos el traje de faena, luchamos por cada rebote como si el partido fuera en él. Sumamos en defensa como equipo y sí, de nuevo anotamos en ataque, un triple, un balón de oxigeno el partido estaba lanzado y queríamos que fuese nuestro y lo fue: 70 a 63, partido y average ganado, una victoria que llegado el caso puede incluso tener valor doble.

Una victoria que debe indicarnos cual es el camino: defensa, defensa y más defensa. Y una victoria que refrenda que el tropiezo frente al Cajasiete San Matías fue simplemente eso: un tropiezo en un camino muy largo que esperemos que nos lleve a la Final a Cuatro de esta 2ª autonómica.

Parciales: (18-14); (15-15); (18-12); (19-22); [70-63]

Anotadores: Jorge (15 puntos, 4 faltas); Susma (22 puntos, 3 faltas); Mariano (3 puntos, 1 falta); Antonio (4 puntos, 1 falta); Cañete (4 puntos, 2 faltas) -quinteto inicial- Chechu (4 puntos, 5 faltas); Julio (- puntos, 2 faltas); Andrés (10 puntos, - faltas); Riki (- puntos, 3 faltas); Tinguaro (2 puntos, 1 falta); J.J. (6 puntos, 2 faltas)

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