Recuerdo que estaba en Holanda, recuerdo que en la misma tarde me recomendaron ver esta cinta y horas después me recomendaron no hacerlo y recuerdo que en ese momento me decidí a hacerme con ella.

The Muppets es un musical (quien avisa, a mí me avisaron, no es traidor) pero no es un musical al uso y no lo digo porque en 2011 alzara el Oscar a Mejor Canción lo digo porque en la búsqueda de ese aire retro que persigue constantemente a la cinta encuentran un filón genial donde mezcla humor extravagante con ese humor tan "negro" que siempre me gusta.

The Muppets consigue una extraña cosa: que una película Disney dibuje una sonrisa en tu cara desde el primer segundo y no que no se borre hasta el final de los créditos. Sí, tiene momentos de bajón pero es capaz de conjugar esos momentos románticos pastelosos, con risas trabajadas y "animaladas" que consiguen un ritmo perfecto.

Seamos sinceros: Jason Segel y Amy Adams son cansinos pero no dejan de ser secundarios; y es que los muñecos de trapo se comen la pantalla sin ningún tipo de problema. Que sí, que es un rana verde con 10.000 años pero es ver a Wyoming en trapo y verde y sin tacos... vamos, que se la puedes poner a tu ahijado (o al mío) y él puede pasartelo bien y tú también a su lado, por lo tanto para The Muppets:


Sin duda es el renacer "teleñeco"