La primera vez que puse cara a Josef Ajram fue el domingo que Jordi Évole lo entrevista en un episodio de Salvados titulado "Miedocracia", en el programa explicaba a su manera el funcionamiento de los mercados, recuerdo que lo equiparaba a una lonja de pescado... bueno, no me meteré en si tiene razón o no (él vive de la Bolsa, yo no, así que se supone que él sabrá de lo que hay) pero más allá de la razón sobre la razón sobre el mercado Ajram me pareció un tío un pelín chuleta, vamos, en plan rollo: soy guapo, rico, listo, lo sé y me lo creo.

Hasta ahí la cara de Ajram. La fama (al igual que este libro) llegó por mi hermano. Para los que no lo sepáis mi hermano parece que se aburre en exceso, comenzó jugando al basket, después una tarde le dio por correr, luego llegaron las raquetas de squash, más tarde la bici, los pies de gato... bueno, pues mezclando todos los deportes un día me comentó que había un catalán que se dedicaba a hacer Ironman's y como estos se lo quedaban pequeños dio el salto al Ultraman (que se podría definir como un triatlón de larga distancia) y por último el Epic 5 (19 Kms de natación, 900 Kms de bicicleta y 210 Kms corriendo) llegando a ganarlo con un tiempo de 59 horas y 50 minutos.

Con el paso del tiempo broker y ultra-atleta  resultaron ser la misma persona. En ese momento el personajes Josef Ajram ocupó para mí un punto intermedio entre en broker-pijo-guapo-rollito-rebelde y el loco-que-corre, sin duda un personaje muy extraño. El pasado mes repasando la librería digital de mi hermano me encontre con "¿Donde está el límite?" escrito por ese extraño personaje y pregunté: "oye, esto ¿merece la pena?". La respuesta fue clara: "lo he leído, no está mal pero es mentira..." Uf, ahora sí: hay que leerlo.

 ¿Por qué dicen que es mentira? Por que Josef cuenta que querer, trabajar y luchar es poder; que poder no es ganar, es alcanzar la meta que no tiene porque ser siempre ganar, que los ultramaratones se ganan pero que todos los que cruzan la línea de meta son Finisher ya que a veces llegar a la cima es lo importante y no el tiempo que hayas utilizado para lograrlo. Es mentira por que Josef dice que quien quiere puede y eso no es así... Josef se olvida en su libro de hablarnos de sus rutinas de entrenamiento, o de su rutina alimenticia (en los apendices finales nos podemos hacer una leve idea de la misma), se olvida de contarnos que se siente al levantarse a las 4 de la mañana en febrero para entrenar... se olvida de tantas cosas.

¿Es por esto "¿Donde está el límite?" un mal libro? No, nadie ha dicho eso, de hecho me alegro mucho de haberlo leído. "¿Donde está el límite?" es un libro inspirador (creo que eso es lo que Ajram ansía, convertirse en guru de una nueva saga de locos), un libro que nos anima a buscar nuestro límite y que en ese momento descubriremos que está un poquito más lejos de lo que siempre hemos pensado

Pero "¿Donde está el límite?" no solo habla de deporte, ni mucho menos, "¿Donde está el límite?" son ideas del propio Ajram desordenadas (en un instante estamos hablando de la bolsa, al siguiente de sus tatuajes) salpicadas de frases que nos hablan de lucha, de tesón y de coraje ante la vida (sea deportiva o laboral). Salpicado de esa chulería que para mí emana Ajram, quizás más que chulería sea egocentrismo: sí, quiere llevar su mensaje (buscar el límite) a todo el mundo pero se centra en él, en su límite, en el límite de una persona que tiene un amplio colchón económica bajo su cuerda floja, se centra en él, el bello broker de los tatuajes, muchas veces da la sensación que el propio Ajram está por encima del deporte, del límite, del... y es que probablemente haya que ser tan "egocéntrico" para buscar el extremo límite.


El libro puede funcionar, su mensaje es interesante, incluso puede lograr su cometido: inspirar a la gente a buscar sus límites y por consiguiente a ser mejor. Quizás lo que no funcione sea su manera de llegar, el "yo", la ausencia de fracasos (ok, menciona uno en la bolsa pero ¿qué más da? Al día siguiente lo recuperó), la ausencia de esfuerzo real...

"¿Donde está el límite?" es breve, se lee rápido y se hace ameno, como hemos dicho puede inspirar (o no), peca de mil pecados pero al ser tan breve parecen banales. Así que si estás una tarde aburrido, quienes ponerte en forma pero te falta ese último empujón leete "¿Donde está el límite?" quizás te ayude y si no lo hace: puedes descubrir que a veces los tatuajes no encierran nada y otras veces encierran una idea vital.