Cultura
Creando Nuevos Recuerdos (Illa do Pensamento, Illa de San Simón)
17:06:00
Pasas por la misma autopista una y otra vez, a veces miras de soslayo y las ves allí, sin más, quietas, esperando la visita de algún visitante o que venga un maremoto y se las lleve por delante. Ella son San Simón y San Antón, dos islas y un puente...
Reconozco públicamente que el agua es un medio que no domino excesivamente pero a diferencia de los esperado el paseo entre bateas y bajo puentes (no olvidéis que para llegar a San Simón hemos de atravesar el Puente de Rande pero a diferencia de lo habitual esta vez lo surcaríamos entre sus piernas) fue realmente tranquilo y gratificante: mar, sol, una temperatura agradable, sí, un acercamiento interesante al medio marino. Pero esta es la historia de San Simón y San Antón no la de mi conversión en Capitán Pescanova.
Hay indicios que San Simón ha estado habitada desde la era prerromanica: su proximidad con la costa, su "fácil" acceso así lo hacen suponer pero los primeros asentamientos documentados pertenecen a la Edad Media (en torno al siglo X), cuando los Templarios se asentaron en la isla continuando su actividad en la misma hasta el siglo XIII convirtiéndose así la isla en un espacio de retiro y reflexión espiritual. Una reflexión espiritual que termina con las incursiones corsarias de Francis Drake en el siglo XVI, en ese momento ocurre la Batalla de Rande (1702) donde la flota anglo-holandesa destroza a la flota hispano-francesa, que llegaban de América cargada de oro y demás materias de valor, quienes se refugian en la ensenada de San Simón donde hundidas son "por el enemigo" ¿y los cargamentos de estos barcos? Ese es uno de los misterios que puebla la isla ¿pudieron las tropas españolas y francesas descargarlos? ¿fueron recogidos del fondo de la ría por los holandeses? Solo se sabe de una persona que los haya recogido del fondo de la ría: el Capitán Nemo, quien nació en la isla de la pluma de Julio Verne quien pasó largas temporadas en la isla.
Tras piratas y corsarios llegó el momento en el que San Simón se convirtió en un lazareto (con actividad entre 1842 y 1927) donde millares de marineros venidos de viajes de ultramar esperaban su turno de entrada en la ciudad. Coincide ese periodo con el de crecimiento económico de Vigo a través de su puerto. Sí, se trata de una de las épocas de mayor importancia histórica de la Isla de San Simón, casi tanto como la que le sucede: su conversión en cárcel o mejor dicho en campo de concentración.
En julio de 1936 hay un golpe de estado llevado por los militares que da origen a la Guerra Civil Española, en octubre de ese mismo año se convierte San Simón en un campo de concentración para presos políticos. En un principio se trataba de presos teoricamente comunistas o anarquistas pero con el paso del tiempo se convirtió en un campo de concentración de presos que tuviesen cualquier tipo de relación con la II República. En su mayoría los presos estaban en una situación preventiva por ello eran conducidos a la isla donde se les aislaba del mundo en una de las prisiones más cruentas y precarias de la Guerra Civil.
Pero sería injusto quedarse con un recuerdo tan oscuro de un lugar tan "diferente", es cierto que la Guerra Civil maltrató la imagen de San Simón pero en cambio la post-guerra y la dictadura convirtieron a San Simón en Albergue Nacional. Un albergue que se convirtió en lugar de vacaciones y recreo para la Guardia de Franco hasta que en 1950 sucede un naufragio de una lancha ("A Monchita") en el que 43 guardias fallecen cuando se dirigían a Cesantes para disputar un partido de fútbol dentro de sus vacaciones estivales. Como respuesta a esta tragedia Franco decide clausurar San Simón como Albergue Nacional y la isla queda abandonada hasta que cinco años más tarde se creará allí el Fogar Mendez Nuñez a donde huérfanos de marineros y niños sin recursos serán destinados a la Isla de San Simón convirtiéndose así hasta su cierre en 1963 en una colonia de alumnos, profesores y personal administrativo.
Pero el clima, ventoso de la isla y duro en Galicia, ayudó al cierre del conjunto para convertir a la Isla de San Simón en un lugar olvidado, lúgubre y ruinoso. Un lugar donde se vivieron tragedias, conquistas, malos y buenos momentos... un lugar que aunque presente desapareció de la vista de los que por allí pasaban hasta que en 1997 la Xunta de Galicia decidió colocar a San Simón en el mapa de nuevo declarando a la isla o mejor dicho a las islas (San Simón & San Antón) como Bien de Interés Cultural y encargando al arquitecto Cesar Portela la rehabilitación del conjunto una rehabilitación que duró ocho años en los que se ha ido humanizando y reurbanizando el conjunto formado por San Simón y San Antón.
Actualmente el conjunto de islas se ha convertido en A Illa do Pensamento (La Isla del Pensamiento), un centro de pensamiento, creación y difusión cultural para pensadores y artistas; un lugar donde se ofertan seminarios, concierto y festivales, un lugar que crea nuevos recuerdos para eliminar aquellos con los que en su momento fue manchada la memoria de estas cercanas y desconocidas islas.
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