Seis do Nadal 69 - Porriño 73 (semifinal, vuelta)

Sin duda esta es una de las crónicas que más me ha contado escribir y es que me resulta muy difícil definir mis sensaciones que nos han cond...

Sin duda esta es una de las crónicas que más me ha contado escribir y es que me resulta muy difícil definir mis sensaciones que nos han conducido a este resultado. Porque aunque muchos no lo creáis, el resultado es (casi) lo de menos porque no nos engañemos siempre queremos ganar y por supuesto queríamos llegar a la final, este resultado, aunque no se trate de una victoria nos clasifica para disputar la final del play-off de la que saldrá el campeón de esta Liga de 2ª División que disputará la fase de ascenso a Liga Gallega.

Comenzamos el encuentro muy metidos en el mismo, marcando nuestro ritmo y siendo verticales cara el aro. Esto sumado al control del rebote defensivo nos colocó por delante en el marcador y al cabo de 4 minutos nos despegábamos en el marcador con un 10 a 0 que presagiaba un partido mucho más fácil de lo que posteriormente sería.

Me gustaría realizar un inciso-crítica en este momento: equipo A, se enfrenta a equipo B (sean cuales sean sus nombres, me da igual) a priori se trata de un partido igualado pero no de los dos equipo lo rompe desde el primer momento, es entonces cuando entra en acción el árbitro-guionista que decide convertir el partido en una película de acción y dice "bueno, pues ahora no pitaré las faltas sobre B en el poste bajo" y claro, se lía... después de dos años encontrándome a ciertos colegiados por las pistas y unido a mi afición por el cine y a la reciente entrega de los premios Oscars he decidido otorgar el premio a mejor guión original (ya que pita según sus propias apreciaciones) a señor Pereira, J. por su reinvención de la realidad.

Poco a poco los chicos de Porriño fueron tomando el pulso al encuentro y con ello reduciendo la ventaja en el marcador hasta dejarla a la mitad al final de los primeros 10 minutos: 19 a 14, un resultado más acorde con lo que se esperaba de este partido de vuelta.

El segundo periodo se convirtió en un constante intercambio de canastas, en un ritmo que claramente nos beneficiaba, porque sí, el ritmo era nuestro pero nos costaba estar acertados de cara al aro. Además, cuando los visitantes nos llevaban a la línea de tiros libres no lográbamos convertir estos lanzamientos. Sí, se podría decir que las acciones de tiro estaban trabajadas y los tiros eran buenos pero algo fallaba... ahora, con el paso de las horas lo que fallaba está más claro: los visitantes eran más intensos y es que aunque llevásemos el ritmo del partido ellos no daban ningún balón por perdido y nos tocaban en cada corte.

Nuestro desacierto unido a un fin de periodo nefasto nos colocaba abajo tras los primeros 20 minutos de encuentro con un marcador de 41 a 46.

Con el quinteto inicial de nuevo en pista logramos igualar el marcador aunque por primera vez las sensaciones en el partido ya no eran tan positivas; sí, sin duda, los chicos de Porriño habían salido a por todas y a nosotros nos costaba anotar. Cierto es que nuestra defensa subió un peldaño y aunque el ataque no funcionaba como esperábamos conseguimos ponernos por delante en el marcador al término de los 10 minutos del periodo (57 a 56) pero dejando el partido totalmente abierto de cara al último periodo.

Comenzamos imprecisos, perdiendo balones que a la postre se tornarían en determinantes. Una vez más se nos atragantaba la defensa de Porriño quienes recuperaban el balón en el primer tercio de la pista logrando rápidos y precisos contraataques. Pero Porriño no solo era intenso en el primer tercio de la cancha, bajo su aro también se convertía en un equipo duro (no confundir con sólido) que imponía su ley mientras a nosotros nos costaba demasiado anotar: o bien lo lográbamos en la tercera oportunidad o sacábamos falta a partir de cuarto rebote... los minutos se acababan y no lográbamos dar con la tecla; por si esto fuera poco comenzamos a pelearnos con los árbitros, cansados de recibir faltas en el poste comenzamos a encajarlas y esperar que los árbitros las señalizasen... en ese momento nos fuimos del partido Porriño lograba su mayor ventaja en el encuentro 7 puntos y la eliminatoria pendía de un hilo.

Perdimos, no hay más paliativos, perdimos de 4 puntos tras tres malas semanas de entrenamientos. A veces no es perder, es como se pierde y a veces no es ganar si no como se gana: ganamos épicamente a Marín y nos creímos un equipo que no somos, olvidamos nuestras señas de identidad: el trabajo constante en defensa y el descaro en ataque. Y esas, justamente esas, fueron las armas de Porriño. Nos dio como más nos puede doler: siendo un bloque intenso, duro y con ambición, nos enseñaron como se juega a esto hasta el último segundo y se merecieron la victoria (por ganas).

A veces no es perder, es como se pierde y nosotros hemos sido castigados, merecidamente castigados pero seguimos adelante en el play-off. Una victoria nos hizo dejar de ser un equipo esperemos que una derrota nos enseñe como volver a serlo pero no solo en partido si no en la semana de entrenamiento que nos conduce al mismo.

Parciales: (19-14); (22-32); (16-10); (12-17); [69-73]

Box Score: Pablo (13 puntos, 1 falta), David (8 puntos, 5 faltas), Mario (5 puntos, 2 faltas),Santi (6 puntos, 3 faltas), Alberto  (22 puntos, 4 faltas) -quinteto inicial- Julián (5 puntos, 2 falta), León (- puntos, 2 faltas), César (6 puntos, 2 faltas), Samu (1 punto, 1 falta), Roi (- puntos, 1 falta), Pablo G.  (- puntos, 3 faltas), Adrián (3 puntos, 4 faltas)

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