El lunes fui al cine. Esta vez tocó El Ultimátum de Bourne, la última entrega (hasta el momento) de las aventuras de Jason Bourne.

La trama sigue la trazada por la serie, es decir, que el personaje de Matt Damon descubra su verdadera identidad; pero lo que sí ha cambiado es que el ritmo de la cinta ha aumentado convirtiéndose en una cinta de acción total que nos mantiene pegados a la pantalla los 111 minutos que dura (la persecución en moto es realmente interesante).El reparto que acompaña a Damon también es muy interesante y personalmente me quedo con Joan Allen (Pamela Landy) que cada vez tiene más protagonismo.

Sin duda Bourne es un agente secreto que no necesita el último Aston Martín o la mujer despampanante que le acompañe en su lucha contra el mal. Quizás sea el arquetipo del mítico James Bond, ya que Bourne (o Webb) no lucha al servicio de nadie si no que lucha por sí mismo.

De la saga sin duda es la que más me ha gustado. ¿Gastarse 6 eurazos en ir a verla? Quizás sea demasiado (con 4 llegaría), pero si buscáis una película de acción con un poquito más, esta no os decepcionara.