Cuando estéis ante un nuevo proyecto, un sueño, una idea, ante algo que de verdad os motive: luchad por él. No hagáis caso de todos aquellos que os dicen que no saldrá bien, que es muy difícil o que intentan que os desaniméis o que no lo intentéis. No les hagáis caso: ellos son unos cobardes, unos débiles que no han tenido ni valor ni fuerza para hacerlo o por lo menos para intentarlo.

Quizás no lo logréis (no lo logremos) pero el intentarlo habrá merecido la pena. Creed en vosotros mismos y no esperéis ayuda, por que probablemente no os ayuden si no todo lo contrario; y si alguien os ayuda, no lo olvidéis. Pensad que si lucháis hasta el último aliento, si derramáis hasta la última gota de sudor nadie os podrá reprochar nunca nada, lo logréis o no, porque no hay peor cojo que el que no quiere caminar, porque no hay peor resultado que una derrota de antemano.

Luchad sin compasión ni descanso por lo que queráis y no escuchéis a aquellos que os desanimen