Ayer vi ¡Goool! 2: Viviendo el Sueño la segunda parte de Goal!: The Dream Begins. Y os preguntareis: ¿qué hace un tío al que no le gusta el futbol viendo una película sobre fútbol? A continuación os lo explico: el año pasado en una clase de marketing tuvimos que ver la primera parte para un trabajo sobre como las marcas comerciales intervienen en el cine moderno entrándole al espectador por los ojos y formando así en su cabeza una imagen de marca al relacionarlas con ciertos sucesos (la mayoría positivos) de los protagonistas, en resumen, para detectar el product placement y situaciones por el estilo.

Ambas películas, para una persona como yo, a la que no le gusta el fútbol son bastante aburridas ya que la historia que hay detrás del jugador es un poquito sosa, aburrir no aburre, pero… demasiado futbol. Pero la primera parte tenía una cosa que realmente me gustó mucho: su banda sonora. Escuchar a Oasis o a Happy Mondays a toda pastilla anima mucho.

Me bajé la segunda parte para ver si se repetía la combinación de música y cine. Siguiendo el dicho “segundas partes nunca fueron buenas”, para quien no lo sepa, el protagonista ficha por el Real Madrid (sí, actúan todos los jugadores e incluso el presidente del Madrid en la cinta) y cambian la música inglesa por música española… hombre, no son ni sevillanas, ni Bisbal, lo cual se agradece, pero prefería la anterior.

Lo que sí me gusta es el Lamborguini que el protagonista se compra, un claro product placement, de nivel 3, ya que el actor principal interacciona con el coche e incluso el mismo juega un papel muy importante.

La película en sí es de un tema que no me gusta y no me interesa en absoluto, pero lo dicho, como La Isla es un claro ejemplo de product placement que quizás como estudiante de publicidad, marketing o como simple curioso sea un buen ejercicio para reconocer este modo de publicidad.