-¿Por qué me miras así?- Le pregunto al tío del espejo.
Viste ojeras bajo esos ojos azules hundidos que hace no mucho brillaban, pero hoy, al igual que ayer o ante ayer o más días atrás,da igual, están apagados. Su mirada me corta como un cutter oxidado, como el frió en esos duros días de invierno.
Esos ojos me hacen sentir pequeño, ínfimo, vació, me inquietan. Aparto la vista, pero cuando vuelvo a mirar, ahí siguen y yo me sigo haciendo más y más pequeño. Cada vez me hacen más daño, me queman más. Nunca nada me había abrasado como esa mirada, siento como mis carnes se abren, como se forman llagas en mi piel. Me siento como Icaro en su caída hacia el mar.
De nuevo aparto la vista, no me atrevo a mirar más, prefiero cerrarlos y cubrirme de vanidad, por lo menos hasta que choque con otro espejo.
5 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?