El problema: el de siempre. En esta podrida sociedad del capital todo se soluciona con dinero; Antonio, su dueño y futuro asesino, ha visto la oportunidad de comerciar con la vida de Quinín y hacer el negocio. Primeramente pidió 300 euros por la liberación del animal en concepto de cuidado y cría de Quinín, pero ahora, Antonio ya no se conforma con ese dinero, si no que pide 1200 euros que además invertirá en la compra de nuevos marranos para sacrificar el próximo año. Lo que antes é un amigo ahora es un negocio.

AnimaNaturalis ha creado un portal desde el cual se pueden enviar correos a diversas instituciones o medios de información y así presionar a Antonio para la liberación de su antiguo amigo, ahora cerdo-hucha, Quinín. Si queréis para acceder a la web solo debéis hacer clic aquí y cuando lo hagáis pensad que estaréis salvando la vida a un animal. A los que penseis que Quinín a nacido para ser sacrificado a manos de un carnicero pensad que cualquier día quizás le toque a un perrito (en China ya lo hacen), un gatito o cualquier otro animal que os guste...