Esta claro que Nicolas Cage no es el mejor actor del mundo, que probablemente esta cinta no pase a la historia del cine. Pero lo que no dudo es que El Hombre del Tiempo es una excelente mezcla de sensibilidad y desolación.

El Hombre del Tiempo simplemente es un leve examen de la vida de un individuo que tiene una vida que podríamos definir como normal: vive holgadamente y aunque está divorciado tiene una buena relación con sus hijo y cordial con su ex mujer. Pero realmente, interiormente, se siente un fracasado que no encuentra su lugar.

Comprendo totalmente a su protagonista que cargado de contradicciones y sentimientos se siente incapaz de expresarlos: la falta de palabras o la sensación de provocar decepción en el resto le invaden constantemente. Esos miedos lo muestran insensible y frívolo para el resto, pero interiormente es frágil y tímido. Una persona sobrepasada por los acontecimientos que se oculta bajo su insensibilidad para no ser herido.

Nos vemos entonces inmersos en una tragicomedia ya que podemos reírnos simplemente de la fragilidad interior del personaje pero en realidad sabemos que se trata de un problema de comprensión de mayor calado.

Se puede decir que el trabajo de Nicolas Cage es bueno, no hay duda. Pero el sobresaliente se lo lleva Michael Caine, su mirada, sin palabras expresa en ocasiones mucho más que los balbuceos de David para dirigirse a su padre, al que realmente admira y adora. Caine es sutil, melancólico, como un fantasma de Cuento de Navidad, sin duda una actuación estelar.

Sin duda: una de las cintas más recomendables que he visto en los últimos tiempos, seguro que no deja indiferente a nadie. Si después de esta crítica no os apetece verla, os puedo decir que está muy en el estilo de Lost In Translation o de Flores Rotas.