En las últimas cenas-meriendas-comidas últimamente sale demasiadas veces el nombre de un mítico jugador de baloncesto: Tkachenko. Algunos dijeron que jugó en el Barça (mea culpa, me muestro arrepentido), otros que nunca jugó en España (error y esta vez no mío). Por lo tanto en este post intentare ilustraros (e ilustrarme, para que negarlo) sobre la vida, obra y gracia de Tkachenko.

Vladimir Tkanchenko nació en 1957 en la fría Ucrania, que por aquel momento pertenecía a la URSS selección con la que fue internacional desde los 16 años (ya rondaba los 215 centímetros) en la que nunca faltó hasta Seúl 88.

Durante los años 80 fue el pívot referente en Europa, desde las filas del CSKA de Moscú, donde el único que fue capaz de hacerle sombra fue otro mítico pívot como Arvydas Sabonis (por aquel entonces en Zalgiris Kaunas) y ambos con su selección dominaron las de Europa. Ya en el ocaso de su carrera decidió jugar en España, donde militó en el Guadalajara.

Muchos, apóstoles del baloncesto moderno, lo tachan de torpe: mentira, Tkachenko no era para nada torpe como podéis comprobar en los vídeos de YouTube, además de tener un gran porcentaje de tiros libros y se sabía colocar al rebote; pues este torpe llegó al final de su carrera siendo Campeón del Mundo (1982), dos veces campeón de Europa (1979 y 1985) y consiguiendo además dos medallas olímpicas, ambas de bronce en los años 1976 y 1980.

Aquejado de problemas de espalda (tenía una hernia congénita) tuvo que retirarse y buscarse un empleo, no lo encontró y terminó en la mendicidad hasta que entró como telefonista en una empresa de taxis. Actualmente gestiona una empresa de logística y en su tiempo libre entrena a niños de 9 a 12 años.

Ahora ya sabéis algo más del gigante ruso al que no hace demasiado se le pudo ver por España en un acto publicitario de una cooperativa de vinos de Pedrosa de Duero (Burgos).

Mucho ojo a la foto, en ella aparece Tkachenko en el Eurobasket de 1987 pero no es el único jugador de renombre ya que el joven espigado que defiendo la camiseta de la selección yugoslava es el gran tirador: Toni Kukoc.