Hace un par de días os hablaba de la primera temporada de la serie de David Duchovny: Californication. Pues hoy, un par de días después seguimos con la segunda temporada (y última hasta el momento) de la misma serie.


Está claro que a quienes no le gustará la primera temporada (exceptuando los últimos dos minutos, que dudo que le gustasen a muchos de sus seguidores) en esta segunda temporada tampoco se engancharan a la serie, que continua por los mismo derroteros pero con la incursión de nuevos personajes y la escalada, dentro de la trama, de otros. La relación entre Natascha McElhone y David Duchovny no ha perdido ni un gramo de esa química tan especial que desprenden estos dos actores desde la pantalla.

En el segundo caso nos encontramos a Charlie que ha pasado de ser simplemente su agente a llevar una interesante y enloquecida trama secundaria que nos ofrece momentos increíbles (el video en el despacho de UTK, empresa para la cual trabaja es hilarante).

Me gustaría destacar a Callum Keith Rennie que da vida a un nuevo personaje (una estrella del rock) dentro de la nueva trama; un personaje genial (la escena de la escopeta es genial), lleno de matices y carisma, al cual, a medida que conocemos le cogemos más cariño. De este personaje ha habido dos escenas (una de ellas sin estar explícitamente presente) que han sido de los mejores momentos de la temporada: el concierto que organiza e invita a Karen y sobre todo cuando Hank está escribiendo en su máquina de escribir con la camiseta de Mötley Crüe de Ashby, sin duda puede ser la mejor escena de la temporada, una camiseta nunca dijo tanto.

Ahora únicamente nos queda esperar por la tercera temporada.