Sí, es una historia de amor y violencia entre un asesino a sueldo y una niña de doce años, la historia está cargada de clichés típicos de las cintas de acción en las que el anti-héroe salva a la dama en apuros, los personajes rozan todos y cada uno de ellos (el de Gary Oldman más que ninguno) la exageración y sí 8000 peros más que os apetezca ponerle. Pero León, el Profesional no es simplemente eso, es por ejemplo, la catapulta de una niña llamada Natalie Portman, que con el paso de los años se ha convertido en una de las mejores actrices (y de las más guapas) del panorama fílmico actual; es también la victoria de dos actuaciones sobre un guión flojo y demasiado cargado de tópicos. Sin duda: León, El Profesional es una cinta totalmente irregular aunque para nada aburrida.

Pero esa niña con nombre de estrella no se encuentras sola en esta cinta, la acompaña un Jean Reno que borda su papel, marca de manera excelente cada una de las facciones del asesino: analfabeto, autista, solo pero con ganas de sentirse querido. Por último aparece Gary Oldman, sobreactuado sin duda pero no por ello cargante.

Es evidente que como espectadores en ningún momento llegaremos a creernos los personajes, pero sí les cogeremos cariño (especialmente a León, ese pequeño cordero herido).

Muchos la criticaran, la tacharan de película de sobremesa, pero aunque tenga fallos (ya hemos comentado alguno de ellos) sus bondades son mucho mayores. Una cinta cuyo único objetivo es entretener, cosa que hace y con creces, regalándonos además momentos de buen cine, una cinta que debemos ver libre de prejuicios; una película muy recomendable.