Duplicity

Hace unos días en un comentario Villa me pedía que hiciera la crítica de Duplicity , la última película de Julia Roberts y Clive Owen; le pr...

Hace unos días en un comentario Villa me pedía que hiciera la crítica de Duplicity, la última película de Julia Roberts y Clive Owen; le prometí que así lo haría y aquí la tenéis (señor Villa, he esperado a su vuelta de tierras calurosas para que no tenga que buscar la crítica).


Duplicity nos cuenta la historia de dos espías (él del MI6, ella de la CIA) que se enamoran y buscan un mejor futuro, deciden por lo tanto convertirse en espías industriales a sueldo del mejor postor. ¿Innovaciones? Hemos pasado de la Guerra Fría a la Guerra Industrial, un reflejo más del capitalismo de estos tiempos. Pero si esperáis intriga y emoción esta no será vuestra película, donde lo más emocionante será ver la próxima putada o el siguiente vestido que lucirá Julia Roberts.

La estructura de la cinta, con constantes saltos en el tiempo, trata de darle un ritmo diferente a la película pero personalmente no me ha convencido en absoluto; más bien parece que se han dado cuenta que la cinta es mediocre, muy mediocre, e intentan “innovar” mediante los saltos, realmente lo que hacen es aburrir al espectador llegando a producir una sensación generalizada de mareo que gracias a los buenos actores no llega a terminar en vómito. Que conste, que tanto salto en el tiempo ayuda a solventar carencias graves en el guión.

Lo único salvable son los actores: Julia Roberts en su línea, esa cara que usó en la saga de Danny Oceans y que nunca más se ha quitado; Clive Owen cumple pero sin mucho más. Ambos, Julia y Clive, salvan a la cinta de convertirse en una cinta de sobremesa, simplemente el carisma de los actores, que se dejan ir, salva las dos horas de metraje.

Una salvedad: los escenarios, son geniales. La última escena, en el hotel, en vez de los actores colocas a Marilyn Manson apoyado sentado como ellos están, con una copa de absenta en una mano y un bastón con empuñadura de calavera en la otra y tendrías una foto al estilo Anne Leibovitz.

Yo, con la cartelera que hay ahora mismo (id a ver Gran Torino), me plantearía mucho invertir algún céntimo en la entrada a esta película, otra cosa diferente es que te la descargues y la pongas en una de esas lluviosas tardes de primavera.

Por cierto, he leído en ciertas críticas que es comparable a Michael Crayton… Escribir después de beber resulta emocionante, los dedos vuelan sobre el teclado, las palabras fluyen solas… pero la mayoría de las veces escribas tonterías.

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