Barcelona (un Mapa) está dirigida por Ventura Pons y esto es lo primero que se debe decir, manifestar quien es el artífice de este crimen de hora y media de duración (y eso es lo mejor de la cinta: que termina rápido).

Barcelona (un Mapa) está mucho más cerca del teatro que del cine (es la adaptación de la obra de Lluïsa Cunillé: Barcelona, un Mapa de Sombras); se nos presenta a unos actores (correctos) que mantienen un dialogo constante, en muchas veces (la mayoría) carente de interés para el espectador, al que no se le explican los porqués y que poco a poco los descubre sin ningún interés.

A medida que el metraje avanza la película pasa de aburrida a estúpida y cínica: superpoderes, hijos secretos, incesto… ¡Señor director (a la par que guionista) qué se le está yendo la cabeza! El paupérrimo guión se ve sobresaltado por estas dos cuchilladas que lo dejan peor de lo que estaba, pasa de ser un guión plano y aburrido a ser uno guión que se ríe del espectador llamándole tonto a la cara.

Leo críticas a esta cinta “Barcelona (Un Mapa) es lo mejor de Ventura Pons”, “atmósfera intimista y cautivadora”... o bien hay otra cinta del mismo director con los mismo actores que yo no he visto o este crítico terminará siendo demandado por publicidad engañosa.

La cinta se salva de ser quemada (y cuando digo quemada me refiero de manera literal) gracias a José María Pou. Un señor de la actuación que si bien no nos ofrece uno de sus mejores trabajos consigue que no vomitemos durante la visión de este esperpento.

Una cinta que narra miserias humanas hasta que se logra convertir en una de ellas.