Boston Legal es una serie nacida a raíz de El Abogado (los ilustres críticos dicen que es un spin-off de esta última), el punto de unión es Alan Shore que abandona Young, Frutt y Berluti para ingresar en el buffet Crane, Poole & Schmidt donde se desarrolla la historia de Boston Legal, donde se nos muestran las historias de un grupo de abogados, tanto las personales como las profesionales.

Personalmente desconocía el personaje de Alan Shore (y su pasado en otras series) antes de comenzar con Boston Legal. Sin duda el abogado Alan Shore es uno de los pilares fundamentales de la serie. Al igual que Denny Crane, socio fundador del buffet y abogado de prestigio que actualmente divaga entre el caos y la genialidad. Shore parece ser su fiel discípulo. Cualquier personaje puede entrar o salir de la serie, cualquier personaje es sustituible cualquiera menos Alan Shore o Denny Crane.

En cierta medida utiliza el efecto “House” (digo lo que pienso sin pensar lo que digo y como rozo la genialidad no pasa nada) al mundo de los juzgados y los abogados, si bien es verdad que no llegan al nivel de sarcasmo o cinismo de este pero tampoco se quedan atrás. Los personajes están bien dibujados con sus sentimientos y su cinismo y una cosa más importante, detrás de esas fachadas de arrogancia esconden miedos y sentimientos como cualquier persona.

Mezcla el humor negro con grandes brochazos de humor absurdo e incluso pueril, utilizando el sexo como punto de partida a la mayoría de sus bromas. Sin duda: o lo odias o te encanta (al igual que le pasa a Alan Shore).

Por lo que he leído por ahí Antena3 emitió hace unos meses Boston Legal que pasó sin pena ni gloria por la parrilla nacional (puede influir que se emitiese a altas horas de la madrugada o los constantes cambios de horario) o simplemente será que en el reino se prefiere a los Alcántara y su 600 que a estos abogados enfundados en sus trajes a medida.