Destellos de Genio (Flash of Genius)

Uno de los puntos a favor de Destellos de Genio es que se trata de una historia real en la que un pequeño elemento lucha contra la infernal...

Uno de los puntos a favor de Destellos de Genio es que se trata de una historia real en la que un pequeño elemento lucha contra la infernal maquinaria de una de las empresas más fuertes de mercado global (quizás no tan global en aquellos años). Destellos de Genio nos cuenta la historia de profesor Robert Kearns, el cual lucha contra Ford para que estos reconozcan que la idea del limpiaparabrisas intermitente que Ford coloca en sus vehículos en realidad es diseño suyo.

A priori podría parecer una película de juicios y abogados pero Destellos de Genio huye de esto, hasta la última media hora no entramos en un tribunal. Simplemente asistimos al hundimiento de un hombre al que tachan de mentiroso. La cinta no nos muestra lo típico “hizo esto para ganar el juicio” si no que nos enseña como sufre una familia obligada por su padre a seguir una lucha contra un empresa impersonal y omnipresente. Y he hay la moraleja: en ocasiones el precio que hemos de pagar en nuestras luchas es demasiado alto. ¿Buscamos una vida cómoda o una vida según nuestros ideales? Eso es lo que de verdad nos muestra a cinta.

El último tramo abandona el dramatismo y se abre la vena cómica cuando el propio Kearns se tiene que defender a si mismo ante un tribunal. Profano en la materia se dedica a defenderse de una manera amateur pero honesta. Y es en este punto donde la cinta retoma la frescura que con el paso del metraje ha ido perdiendo.

Sí, por momentos, la película resulta predecible y su ritmo no favorece demasiado. Logra en ciertos puntos convertirse en aburrida; en ocasiones solventamos este problema gracias a la empatía que podemos llegar a sentir con el personaje.

Es una cinta correcto pero el tema no resulta interesante ¿luchar por un parabrisas? Pues sí señores, alguien lo hizo y aquí está la muestra.

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