Cuscús (La Graine et Le Mulet)

Sinceramente debo empezar esta crítica haciéndoos participes de mi decepción. Cuscús llegaba a mí rodeada de grandes alabanzas y muy buena...

Sinceramente debo empezar esta crítica haciéndoos participes de mi decepción. Cuscús llegaba a mí rodeada de grandes alabanzas y muy buenas críticas, ya no solo eso: había arrasado en los César (mejor película, director y guión), de Venecia también se llevó buena parte de los premios a los que optaba... Cuscús se he dedicado a recolectar premio allí por donde ha pasado.

Dicen de ella que es una pequeña historia que consigue convertirse en una gran historia real como la vida misma; y yo me pregunto ¿la vida de estos críticos es tan triste y pesimista como la de los protagonistas de la cinta? En el metraje de Cuscús (casi 2 horas y media) el espectador, al igual que los personajes, no recibe ninguna alegría; no movemos en un mundo decrépito, no ya por su pobreza, si no por sus relaciones o sentimientos. Hastió, sin duda esa es la mejor palabra para definir Cuscús.

Peor aun es ese final que deja abierta una ventana a la esperanza ¿Después de 150 minutos de sufrimiento intentan redimirnos en tan solo uno?

A medida que pasan los minutos Cuscús cada vez se hace más pesada y cansina. Esta sensación aumenta con el exceso de primero planos mientras los personajes hablan y hablan (habitualmente sin llegar a ninguna parte). No divierte tampoco entretiene y lo que es peor, tampoco aporta nada al espectador, que termina con la sensación de haber perdido el tiempo sentado ante la pantalla.

Hablan de multiculturalidad. Multiculturalidad es presentar una diversidad de culturas que interaccionan entre sí ¿se presentan diferentes culturas? Pues es muy discutible, porque lo que realmente vemos es como argelinos, emigrados a Francia, viven. No es justa decir que los funcionarios (por muy franceses y europeos que sean) son una cultura aparte; sí, salen dos rusos y un francés en un entorno árabe… ¿eso es multiculturalidad? No lo creo porque por esa absurda teoría Cerdos y Diamantes también sería una película multicultural: sale Brad Pitt dando vida a un gitano y Benicio del Toro haciendo de Franky Cuatro Dedos en un entorno inglés como Londres… Salimos a tomas el mejor Cuscús del mundo pero al final ni era el mejor ni lo hemos digerido bien.

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