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Cosas de la Edad
17:49:00
No voy a perder el tiempo explicando a que viene este post por que la verdad es que no tiene demasiado intereses.
Me planteo la senectud, la mÃa, la propia pero también la de las personas que quiero y me rodean. Me planteo que quizás llegué un dÃa en el que mi cerebro, fruto de diversos procesos, se deteriore de tal manera en la que me convierta de nuevo en un niño, en un bebe, en un ser indefenso incapaz de valerme por mi mismo… en ese momento probablemente mire a mi alrededor y sonrÃa, simplemente sonrÃa porque no sepa hacer otra cosa… y me planteo lo que pensaran los ojos que miren mi tierna sonrisa de bebe, por mucho que me quieran, espero que sea asÃ, serán triste aunque yo, en ese momento, no lo entienda, serán conscientes que mi antigua mente, ni mejor, ni peor que la de ninguno de quienes leéis el blog, ha desaparecido y que en su lugar ahora hay un cacahuete. Ahora, en agosto de 2009, pienso que lo mejor serÃa “dejarme ir”. Tomo esta decisión por miles de motivos pero principalmente porque yo soy yo y soy asÃ, probablemente con más defectos que virtudes pero soy asÃ.
Ahora*, me levanto de la cama y soy el que mira, el que ve a esa persona que tanto he querido y que tanto quiero sonriéndome, sin ningún tipo de malicia y probablemente completa y simplemente feliz. Y sé, lo que opino del asunto, conozco mis ideas pero sé que su vida no me pertenece, que no soy quien para “dejarle marchar” y que coño! Que le quiero, que es parte importante de mi vida…
¿A quién pertenece esa vida: al bebe que ahora sonrÃe o al hombre que fue antes? Creo que al hombre que fue antes… pero el problema es ese: simplemente lo creo, no lo puedo asegurar.
*Cuando digo ahora no quiero decir en este precioso instante, por favor, amigos y familia, no os alarméis. Simplemente quiero decir que cambio de rol: paso de ser quien sonrÃe a quien recibe esa sonrisa.
FotografÃa de SCU, si os ha gustado su obra podeÃs pasar por su flickr
3 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?