Manual de como mantenerse en píe

Has en las ciudades más hostiles, hasta en los lugares más inhabitables, existen pequeño oasis, oasis que cada día rodeamos sin fijarnos dem...

Has en las ciudades más hostiles, hasta en los lugares más inhabitables, existen pequeño oasis, oasis que cada día rodeamos sin fijarnos demasiado en ellos, valorándolos solo cuando desaparecen, cuando ya, la mayoría de las veces, son irrecuperables.

Uno de estos oasis es sin duda La Panificadora de Vigo, sin duda uno de los edificios más atractivo e interesantes de esta ciudad (convertida en los últimos tiempos en trinchera) tan hostil.

Parece ser que La Panificadora será derribada (quedando simplemente los silos como “emblema” de lo que ha sido la antigua panificadora) para proyectar en su solar edificios de uso residencial y comercial. La Panificadora es sin duda un icono del Vigo industrial, de una ciudad en la que se construye para más tarde derribar, una ciudad que ha crecido de espaldas al mar y parece avocada a eliminar sus pocas virtudes…

En los últimos tiempos, colectivos vecinales, asociaciones culturales e agrupaciones de técnicos se han asociado para luchar en contra del derribo de este icono que nació de la mano de Antonio Varcalce que en 1923 encargaba el proyecto de sus nuevas instalaciones al arquitecto vigués Manuel Gómez Román una instalaciones que en 1979 (un año después de la muerte de Varcalce) eran hipotecadas y abandonadas así hasta la actualidad.

Admito que probablemente para los especuladores urbanísticos se trate de una simple montaña de hormigón abandonada… pero La Panificadora es mucho más que eso; vivió la última República, la Guerra Civil, la dictadura, la transición… ¿sobrevivirá ahora a la vorágine urbanística de Vigo? Esperemos que sí… un centro multicultural, con aulas, teatro, cine, salas de exposiciones… sería un bonito retiro ¿a qué sí?

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