Y es que parece que existe una conspiración por la que al final deba romper mi promesa de no hablar de fútbol.

Ayer en Real Madrid rescindia unilateralmente el contrato del jugador gallego Michel Salgado; según el Real Madrid, Michel Salgado ha cumplido su ciclo como madridista y por ello prefiere prescindir de él tras 10 temporadas. Evidentemente Michel se llevará una sustanciosa indemnización por parte del Madrid, más preocupado en Cristianos o Kakas, en vender camisetas, que en jugar al fútbol. Sé que Salgado no es el mejor lateral derecho del mundo, que está inmerso en su declive deportivo pero lo que es innegable es que Salgado se ha portado en todo momento como un profesional y que por supuesto, no se merece salir así de un club que dice ser tan grande, un club que se ha portado de manera mezquina; lo sé, diréis que se lleva 3 millones de euros y blablabla pero es una salida por la puerta de atrás, Michel merecía que el Bernabeu le aplaudiese por última vez, que se pusiese de pie… que lo despidiera como quien despide a un amigo pero no, Michel no tendrá esa oportunidad, Michel se irá por la puerta de la ciudad deportiva y supongo que lo hará como siempre: en silencio y sin llamar la atención.

Se va un grande que el Madrid no ha sabido tratar, primero le quitó el sitio Cicinho, más tarde Mejia, después llegó Miguel Torres e incluso Helguera (que en los meses anteriores no habia contado ni con dorsal) y Michel, en silencio, un fin de semana en el palco, quizás el siguiente en el banquillo. Cuentan que Michel, apartado del juego, siempre ha sido líder en el vestuario, ayudando a los nuevos, dándole esa palmada a los canteranos… En el Madrid deben aprender a ser un poquito más señores, un poquito más elegantes y pensar si rescindir así un contrato al que le quedaba una sola temporada más es lógico.

Por cierto, ahora Nelsinho Piquet ya tendrá con quien jugar a las cartas.