Salto al Vacío es una historia de violencia y decadencia a la española, intentando quizás emular a Pulp Fiction pero sin la inteligencia y el humor del bueno de Tarantino.

Alex sustenta a su familia (un padre parado, una madre alcoholica y mal agradecida, un hermano yonki, otro pequeño… ¿demasiado tópico, no?) mediante el tráfico de drogas y armas, pero tampoco le hace ascos a las peleas de perros o al simple trapicheo.

Salto al Vacío crea un constante clima de claustrofobia y violencia, sabemos que algo va a ocurrir, que será algo malo pero no sabemos quien dará la puñalada, lo cual hace que desconfiemos constantemente de cada gesto, de cada persona… y esto, sin duda es lo más destacable de la cinta ya que el guión o las actuaciones (excluyendo a Nawja) brillan por su ausencia.

El problema es que Salto al Vacío no llega a ser cine social, solo nos cuenta de manera brutal hechos duros, ásperos y en algunos momentos increíbles para la mayoría de la sociedad. Salto al Vacío se mueve en tierra de nadie y no logra convencer en ningún momento. Sin duda, lo mejor de la cinta: la banda sonora liderara por Smashing Pumpkins.