Se antojaba difícil el partido del sábado, Molgas no es una pista que se nos dé demasiado bien, nunca hemos conseguido buenos resultados, incluso cuando hemos logrado la victoria las sensaciones no han sido demasiado buenas.

Llegábamos con frío, muy frío y con la enfermería repleta: tan solo 6 jugadores disponibles pero como siempre sobrados de ganas por haberlo bien.

Comenzaba el partido a las 16.00 horas y lo hacía con una canasta de los locales aunque en la siguiente jugada igualábamos el marcador gracias a una canasta de David Sampedro. Ellos respondían con un triple, ahora estaba claro, no sería un partido fácil en absoluto.

Molgas llevaba la iniciativa en el marcador pero nosotros conseguíamos limitar la distancia en un par de puntos. Al término de los primero 10 minutos de encuentro nos encontrábamos en par de puntos por debajo en el marcador: 21 a 19.

El segundo cuarto comenzó siendo un calco del primero, el intercambio de canastas era constante y nosotros no lográbamos imponer nuestro ritmo en ataque (lógico, tan solo teníamos un jugador en el banquillo y los locales trataban de enfriar el encuentro constantemente mediante protestas y quejas)… pero poco a poco nuestra condición física se iba imponiendo (también ayudaron los ajustes defensivos, para que vamos a negarlo); retomamos el liderato en el marcador y con el paso de los minutos conseguíamos anotar con más fluidez. Llegamos al descanso 10 puntos por delante en el marcador (35 a 45) y con la sensación de que las cosas comenzaban a salir bien.

Retomamos el partido como el día: fríos condición que Molgas aprovecho para reducir la diferencia a tan solo 4 puntos mediado este tercer periodo; pero en ese momento fuimos conscientes que era el momento de poner toda la carne en el asador, comenzamos a defender como lo hacemos habitualmente, comenzamos a tocar más balones y el juego de Molgas comenzó a hacerse menos fluido, la expulsión por faltas de uno de sus hombres importantes fue su estacada mental, momento en que nosotros aprovechamos para recuperar nuestra distancia e incluso incrementarla en un par de puntos.

Comenzábamos el último cuarto contando los minutos que restaban para terminar el partido, cargados de faltas e incómodos por la temperatura saltamos a la pista conscientes que el encuentro estaba enfilado pero nunca ganado. Apretamos en defensa y comenzamos a correr en ataque: un contra-ataque, dos, tres… por parte de los locales tan solo anotaba Rubén Pena (fue el único jugador de Molgas que anotó en este periodo). Nosotros queríamos irnos contentos y no bajamos nuestro ritmo pasaban los minutos y la diferencia se incrementaba poco a poco, dominábamos el rebote y corríamos… Al término de los 40 minutos el resultado era de 55 a 84, engañoso desde el punto de vista que no logramos distanciarnos en el marcador hasta el último cuarto pero un resultado merecido.

Merecido para los 6 jugadores que dieron la cara durante los 40 minutos, merecido para los 5 jugadores (es decir, el resto del equipo) que estuvieron a primera de la tarde en Molgas para animar y acompañar a sus compañeros y merecido por último para la afición que nos sigue en cada encuentro: da igual que sea a las cuatro de la tarde en Molgas que a las siete en Lagunas, da igual que haga sol y vayamos en mangas de camisa como que el termómetro marque cuatro grados y llueva como si el cielo se fuese a caer.

Ahora estaremos casi un mes sin competición oficial (extraños sucesos que acontecen en esta liga fruto de la escasez arbitral) intentaremos no perder el ritmo, intentaremos jugar algo por ahí e intentaremos venderos rifas porque como ya hemos dicho: una rifa, una ilusión y sobre todo una gran ayuda para nosotros.

Parciales: 21-19; 14-26; 11-13; 9-26 (55-84)

Anotadores*: Javier (19), Emilio (18), Sampedro (18), Javi Moro (7), Dario (17) – quinteto inicial- Adrian (10)