Tiempo de balances y cuentas pendientes

Hace casi un mes que estoy tratando de escribir un balance sobre 2009… escribo una y otra vez a la misma velocidad que le doy a la tecla Sup...

Hace casi un mes que estoy tratando de escribir un balance sobre 2009… escribo una y otra vez a la misma velocidad que le doy a la tecla Supr… y es que es más duro y arduo de lo que a primera vista parece.

Me niego a decir que ha sido mal año cuando he llorado de la emoción al leer los agradecimientos de un proyecto del que no entendía ni el título pero sí entendía la importancia de mi familia en aquel libro de tapas duras que ahora coge polvo en una estantería. Me niego a decir que ha sido mal año cuando he participado en la creación de un equipo de baloncesto al que llegue gracias a la ayuda de los que pensaba simplemente jugadores, un equipo que me da mil y un quebraderos de cabeza, un equipo que he pensado abandonar en demasiadas ocasiones, un equipo que consume me tiempo y mi salud, un equipo que a veces me hace feliz… y que bien saben esos momentos de felicidad.

Me niego a decir que ha sido mal día cuando diariamente veo a una de las personas que más admiro en mi vida. Cuando cada vez que levanto el teléfono encuentro al otro lado a quienes adoro con locura, con quienes me puedo pasar horas hablando y a los que tanto le tengo que agradecer. Me niego a decir que ha sido mal año cuando he visto a la persona por la que siento devoción apagar 81 velas, y esperemos que siga apagando muchas más, porque cada respiración de él, cada segundo a su lado, cada… es un mundo en el que aprendo mil cosas y en el que veo como quiero ser de mayor.

Me niego decir que ha sido mal año cuando he conocido personas que me han apoyado en momentos menos buenos (este año ha habido demasiados) sin pedir nada a cambio, teniendo la palabra justa en el momento exacto. Después de tantas horas alrededor de una mesa hablando de lo divino, de lo humanos, del futuro y del pasado ha sido mal año.

Pero las monedas tienen su cruz y este año la cruz ha sido enorme: perdí a la persona a la que quiero por no saber hacer las cosas bien, me sentí de nuevo engañado en un proyecto que no me condujo a ningún lado, me sentí decepcionado por quienes creía amigos, me encontré muy solo en determinados momentos, sentí ese vacío imposible de llenar, ese vacío que te agarra las entrañas y te las retuerce hasta hacerte chillar en silencio, ese vacío que te hace saltar las lágrimas, lágrimas que dibujan la impotencia y el dolor a partes iguales… no, no ha sido buen año y aunque mire los cuatro primeros párrafos, aunque cada mañana al despertarme me intente engañar, lo sé, quiero que termine este año que ni me atrevo a escribir, quiero que no vuelvo, quiero olvidarlo, quiero olvidarte, quiero aprender de él y seguir, quiero…

Quiero pensar que lo que no nos mata nos hace más fuertes y que en 2010 seré fortísimo.

Aquí os puede interesar

7 seres inteligentes han dicho y tú, ¿a qué esperas?