Quizás a muchos de vosotros el nombre de Luis Royo no os diga nada para mí rollo es el mejor ilustrador español de la historia. Sus obras son eroticas, oscuras y apocalípticas a partes iguales, sensuales mujeres en ambientes oscuros y frutos de una destrucción desmedida pueblan la obra de Royo.
Pero hace años que Royo ha salido de sus oleos… caratulas de CD’s, libros, exposiciones e incluso esculturas de sus imágenes más emblemáticas pero la obra de Royo de la que hoy hablamos es probablemente la más importante y ambiciosa del ilustrador maño.
La Dome es una obra compartida con su hijo Rómulo, una obra que en un principio se negó a realizar por la dificultad que entraña pintar un cúpula, por el cansancio que produce y por lo mastodóntica que es la misma. La Dome es una cúpula de 80 metros cuadrados donde Luis y Rómulo Royo dieron rienda suelta a sus fantasías tras recibir un encargo de un fan ruso.
Todo comenzó cuando Royo recibió en Barcelona el encargo de cubrir una cúpula de reciente construcción en Moscú. En un primer momento Royo se negó por la dificultad de la obra pero meses después se encontraba pintando sobre un andamio acompañado por su hijo. 6 meses los tuvo allí como si de dos artistas renacentistas se tratase. 
¿La obra? Como la mayoría de las del artista: espectacular. 45 mujeres de Royo (con todo lo que ello implica) pueblan la cúpula central y las 8 anexas. Creando así la Capilla Sixtina del siglo XXI.
Miles de adjetivos podríamos aplicar al genial artista pero sin duda sus obras hablan por sí mismas. Por cierto, la concepción de la Dome y todo su desarrollo la podéis seguir en el libro homónimo: Dome.
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