Bye, Bye, Berlusconi!... ya solo por el título había que hacerse con ella.

Bye, Bye, Berlusconi! intenta ser una sátira sobre el personaje del dirigente italiano, una persona polémica (por sus declaraciones y sus acciones) con una clara ideología (reprobada por la mayoría pero que sigue teniendo muchos adeptos tal y como las urnas refrendan) pero simplemente eso: intenta ya que en ningún momento llega a ser nada.

Evidentemente Bye, Bye, Berlusconi! no se juzga por su grandeza ante la cámara o por su técnica, son mucho más (o por lo menos eso es lo que pretenden) intentan aleccionar a aquellos que la ven, intentan denunciar, intentan desde la gran pantalla cambiar la sociedad; el problema, y lo más difícil, es que estas películas deben llegar al espectador y Bye, Bye, Berlusconi! se complica demasiado en mil y una cosas para al final no llegar a ningún sitio en concreto.

Sí, puede que el simple intento merezca la pena pero es que simplemente es eso, un intento con un doble del caudillo italiano grabado a modo de documental… ¿La recomiendo? No ¿La vería otra vez? Sabiendo lo que se esconde bajo ese título pues quizás tampoco, lo siento.