Sleep Dealer nos habla del mundo del futuro, un mundo dominado por maquinas, en el que estamos acostumbrados a ver como se rebelan contra el ser humano, entonces aparece nuestro héroe y nos salva. Pero Sleep Dealer no toma el punto de vista del héroe, en ese futuro dominado por las máquinas seguiremos necesitando mano de obra… como sucede siempre el pez grande se come al pez chico y en este futuro ideado por Alex Rivera son las personas de los países subdesarrollados quienes manejan las maquinas que sirven al primer mundo.

Pero Rivera no solo se queda en los trabajadores, va más allá, así encontramos a Luz, una bloggera (como tú, como yo, como tantos otros anónimos) que vende sus recuerdos (en HD) por la red. De esta manera comienza una historia de amor entre el perdedor y la chica intelectual… pero seguimos necesitando algo más, entonces encontramos a Rudy, piloto de drones (cuerpos de élite del futuro) de origen mejicano quien cumple misiones sin pensar en las vidas que puede arrasar a su paso...

Sleep Dealer lleva al extremo las nuevas formas de comunicación, las interrelaciones, la galaxia 2.0 (en esta cinta esa galaxia es mucho mayor), personajes que se conectan entre sí por redes sociales que hoy no existen pero que tienen a globalizar el mundo. Rivera acerca su mundo-real al Matrix que hace unos años nos extasió.

Cuando me informaba para escribir esta cinta he leído que fue galardonada con el premio Amnistía Internacional en la Berlinale por su clara denuncia de las condiciones de vida de los trabajadores del futuro y en cierta manera del presente.

Sleep Dealer es una rareza, una película hecha por americanos en castellano, una película que demuestra que hay cine fantástico mucho más allá de Hollywood… Sin duda y salvando sus defectos, es más que correcta y entretenida.