Conocí esta película por su banda sonora, y es que en ella encontramos la maravillosa Human Monkeys de Najwa Nimri; tan solo eso me convenció para verla, la había intentado conseguir pero hasta hace unas semanas no había tenido demasiada suerte; ahora la he visto y esta es mi opinión de la misma.

Guerreros no traslada a Kosovo en el 99, cuando sucedían las matanzas entre albanokosovares y serbios. Sin duda Guerreros, por su historia, es una rara avis en el cine español, la verdad es que aunque supongo que habrá muchas yo tan solo logro recordar Territorio Comanche pero en ella nuestros protagonistas no eran soldados, si no periodistas.

Pero, como ya he dicho muchas veces, intentarlo no es sinónimo de superar el reto. La historia de Calparsoro pierde consistencia según avanza el metraje. Comienza de manera correcta, parece el preámbulo de una gran historia, pero a medida que avanza el espectador se da cuenta que el guión va perdiendo solidez. Ciertos pasajes de la cinta son realmente “absurdos” ¿Cómo una mujer que ha sido violada por un pelotón albano puede tres segundos después sujetar un fusil o correr por un pasillo mientras a su espalda caen bombas? ¿Cómo Noriega pasa de héroe a villano y viceversa en cuestión de segundos? Y así tendríamos muchas más.

Si la historia no es demasiado consistente en si misma las actuaciones no ayudan. Una cosa es inspirarte en otros personajes para tu papel pero este hecho se da de manera excesiva en esta cinta, los que hayáis visto La Chaqueta Metálica os daréis cuenta que estos personajes están más que inspiraros en esta gran cinta de Kubrick, son copias casposas en algunos momentos. Me decepciona mucho Eloy Azorín, con un personaje con el que se podría haber lucido pero no, no lo hace; sin duda peca de sobreactuado. Eduardo Noriega es totalmente plano, no transmite, no llega, no… Mal Noriega, muy mal.

Guión poco solvente, actuaciones más que discretas… por mucha banda sonora del bueno de Carlos Jean no conseguimos salvar esta cinta.

Guerreros es un intento pero se queda en eso, en un simple intento que pasa por más pena que gloria por la pantalla.