I Am Danny, I Am Here

¿Puede usarse el marketing como herramienta social? ¿una herramienta que sirve para crear necesidades en el individuo puede ayudar a alguien...

¿Puede usarse el marketing como herramienta social? ¿una herramienta que sirve para crear necesidades en el individuo puede ayudar a alguien?

Hoy os traigo el caso de la agencia T3, agencia con la que contactó Alan Graham (fundador de una ONG para la ayuda de personas sin techo) para proporcionar un hogar digno para Danny (el hombre que podéis ver en la foto que está más abajo) quien llevaba viviendo 15 años con su mujer en las calles de Austin (Texas).

T3 y Graham llegaron a un acuerdo con el cual crearían la campaña “I Am Here”, en castellano “Estoy aquí” en la que colocaban a Danny en el arcén de la carretera un par de horas al día con un cartel donde pedía donaciones de 10 dólares a través de SMS para poder compran una caravana en la que vivir con su mujer.

¿Qué ocurrió? Que en tan solo dos días, la campaña de T3 había conseguido su objetivo: el dinero necesario para comprar una caravana para Danny y su mujer… evidentemente la campaña de T3 no ha estado exenta de críticas pero está claro que el marketing ha mejorado la calidad de vida de Danny y su mujer.

En realidad todos sabemos que detrás de esos productos que consumimos diariamente existe una explotación (en algunos casos demostrado incluso explotación infantil) pero como no lo vemos con nuestros propios ojos no hacemos nada para cambiar esta situación. T3 consiguió que aquellos que apartaban la mirada cuando encontraban a Danny en la calle no pudieran hacerlo, e incluso mandasen sus SMS’s para que Danny dejase de estar ahí ¿se preocupaban de Danny o realmente silenciaban su conciencia?¿querían una vida mejor para Danny o preferían no verlo en su arcén diariamente?

Evidentemente para muchos esta campaña es poco ética, algunos dicen que usar a Danny es denigrar a una persona (¿acaso no lo es hacerla dormir cada noche en la calle?) personalmente no lo veo así: Danny se coloca voluntariamente con su cartel y los automovilistas son libres de enviar o no sus mensajes.

La campaña “I Am Here” no terminó con Danny, sigue adelante (no sé si en los arcenes pero sí en internet) de hecho, cada 1200 mensajes alguien recibe su caravana.

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