La Bicicleta nos cuentas tres historias in conexión aparente pero con un hilo de unión, o mejor dicho, con un motor de unión como es una bicicleta. Una bicicleta que pasa de mano en mano, acompañando a su propietario durante un trecho de su vida.

Vemos aquí retratadas la (pre)adolescencia, desde el sillín de Ramón, la juventud acompañados de pedaleo de Julia y la senectud conducidos por Aurora. Curiosamente y a diferencia de lo que el cine nos tiene acostumbrados estas historias no se cuentan de forma lineal si no sincronizada, saltando de la una a la otra… esto, además de ser una innovación, crea en los primeros momentos una sensación un tanto extraña para el espectador y es que al perder el pilar de la linealidad nos vemos algo perdidos al comienzo.

La bicicleta es el medio de transporte más frágil de la ciudad y quizás por ello creo en nosotros una sensación de fragilidad de los personajes; sí, tienen vidas más o menos cómodas pero nos damos cuenta que están necesitados de cariño, de cuidado, del mismo cuidado que necesita esa bicicleta.

Pero La Bicicleta también busca la reivindicación: esta es una bicicleta está construida por materiales reciclados y su uso hace hincapié en la sostenibilidad de nuestras ciudades en las que podemos utilizar la bicicleta para desplazarnos dejando a un lado los vehículos con motor de explosión mucho más contaminantes.

Entonces ¿merece la pena La Bicicleta? Pues quizás para los grupos ecologistas, para los amantes de la tierra… pues sí, para el cinéfilo pues quizás no, su guión, aunque cargado de buenas intenciones naufraga le falta garra, pasión, entrega, credibilidad… se queda por lo tanto en eso, en tan solo buenas intenciones, no va a más.

Me gustaría ahora hablar de las interpretaciones… como el guión todo son buenas intenciones pero de nuevo se quedan en eso: en buenas intenciones y poca credibilidad menos en el caso de Pilar Bardem (y quizás de su hijo Carlos, que no sé por qué pero siempre hace de narco malo) quien demuestra que es toda una dama de la interpretación y que está muy por encima de su compañero de reparto Sancho Gracia.

La Bicicleta es como una etapa llana del Tour, sí, es parte de la mejor carrera del mundo pero no es de lo más interesante.